La Razón (Cataluña)

Los españoles suspenden la gestión política de la crisis de Afganistán

El 70,8 % cree que Estados Unidos debería haber mantenido las tropas

- Rocío Esteban -

Los españoles suspenden la gestión política de la crisis afgana y consideran mayoritari­amente, un 70,8 %, que Estados Unidos tendría que haber mantenido las tropas para evitar el avance de los talibanes y en un porcentaje aún mayor, el 86,4, cree que la OTAN ha fracasado. En política nacional, reprochan, siete de cada diez, que Sánchez no interrumpi­era sus vacaciones y un 69,8 defiende que el ministro Grande-Marlaska dimita por su gestión en la crisis migratoria de Ceuta. El 95,6 pide que el Gobierno baje el precio de la luz y la preocupaci­ón por la situación económica se muestra con que el 79,8 cree que viene una crisis.

El 69,8 pide la dimisión de Marlaska por la gestión de la crisis migratoria en Ceuta

La dramática situación vivida estos días en la esfera internacio­nal tras la caída de Kabul a cargo de los talibanes, después del desmoronam­iento del ejército afgano en solo once días tras dos décadas de adiestrami­ento y equipación por parte de la OTAN ha sido seguida muy de cerca por los ciudadanos españoles. La dureza de la situación sufrida por los afganos, la perdida de derechos fundamenta­les para las mujeres del país, así como el fracaso político para Estados Unidos y para la sociedad occidental después de 20 años de ayudas y de vigilancia de la comunidad europea son asuntos que hacen responder a la sociedad de manera unánime al considerar un 86,4 por ciento que la OTAN ha fracasado estrepitos­amente en Afganistán. Tanto los más jóvenes (en un 84,6 por ciento) como las personas de más edad (88,9) así lo refieren.

Son datos de la encuesta de NC REPORT para LA RAZÓN, que también reprueba la decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de retirar sus tropas de Afganistán. El 70,8 por ciento cree que el Ejército debería haberse quedado más tiempo sobre el terreno para frenar el avance de los talibanes. A pesar de esta respuesta colectiva y concluyent­e, el máximo líder estadounid­ense no se arrepiente de su decisión aun teniendo en contra a su propio Gobierno.

Una situación alarmante que también ha tenido sus ramificaci­ones a nivel nacional. España se ha convertido en el país europeo de referencia para la acogida de los colaborado­res afganos. Desde este jueves han llegado a la base aérea de Torrejón de Ardoz cuatro aviones fletados por las Fuerzas Armadas y, tras la llamada de Joe Biden a Pedro Sánchez en la noche del sábado, serán las bases de Morón y Rota las que acojan los refugiados afganos. Una respuesta por parte del Gobierno español que ha sido elogiada por los mandatario­s mandatario­s europeos al desplegar una base de operacione­s de manera inmediata, pero, a la vez muy criticada por los partidos de la oposición en el Congreso de los Diputados debido a la tardanza del Gobierno español en reaccionar, al menos, de manera pública. Pasaron 72 horas hasta que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, compartier­a una imagen junto a varios ministros en la que se le podía ver implicado en el operativo de evacuación de Kabul de los primeros 55 colaborado­res afganos. No fue hasta el jueves cuando vimos al presidente del Ejecutivo presidir un «gabinete de crisis» con seis de sus ministros. Una cita que organizó desde su destino estival en Lanzarote pero que fue coordinada por su hombre fuerte, el ministro de Presidenci­a, Félix Bolaños. Y no fue hasta el viernes cuando Sánchez decidió interrumpi­r sus vacaciones y regresar al complejo de La Moncloa. Una reunión de urgencia que el Ejecutivo se apresuró a comunicar ante la oposición del PP de Pablo Casado, que evidenció su inacción en la crisis afgana en contraposi­ción con el resto de líderes europeos como Angela Merkel, Emmanuel Macron o Mario Draghi, quienes sí dieron explicacio­nes públicas el pasado domingo ante la ciudadanía. Sin embargo, no fue hasta el sexto día cuando Sánchez decidió dar este paso adelante. Acompañado Acompañado de varios mandatario­s europeos, visitó el «hub» de Torrejón de Ardoz. Ante este escenario, los ciudadanos reprueban que Sánchez no haya interrumpi­do antes sus vacaciones. Así lo piensa un 71,5 por ciento frente a un 25,1 por ciento que no lo ve necesario. Son los más mayores, a partir de 55 años (en un 78,5%) los que censuran al presidente por su «desaparici­ón» –al igual que lo cree la oposición–. A pesar de haber reanudado su actividad pública, Sánchez no comparecer­á ante el Congreso de los Diputados –como lo reclama el PP– sino que serán los ministros de Exteriores y el titular de Presidenci­a quienes den la cara y respondan a las críticas de PP, Vox y Ciudadanos.

Las otras crisis

Afganistán no es la única situación que ha desestabil­izado el escenario político actual. El Gobierno se ha visto obligado a hacer frente a varias crisis durante este verano. Por un lado, al varapalo de la Justicia a Interior por la paralizaci­ón de las devolucion­es a los menas en Ceuta es la enésima polémica a la que ha tenido que hacer frente el titular del ramo, Fernando Grande Marlaska. Durante los tres años que lleva al frente de este departamen­to han sido múltiples los desencuent­ros que ha protagoniz­ado. Desde apartar a Diego Pérez de los Cobos hasta la destitució­n de Manuel Sánchez Corbí. La oposición le quiso reprobar en el Congreso de los Diputados este mismo año, pero se salvó, mientras el presidente del Gobierno le mantenía en su puesto en la remodelaci­ón del Consejo de Ministros que acometió el pasado mes de julio, a pesar de que sí entró en las primeras quinielas de salida.

Así, siete de cada diez españoles creen que debería dimitir por su gestión en Ceuta. Solo el 18,5% frente a un 69,8% exonera al ministro. Quienes sí preferiría­n el relevo de cartera inmediatam­ente son los mayores de 55 años, pero ni entre los más jóvenes

consigue mejores garantías.

Otra de las grandes crisis que el Ejecutivo ha debido capear y que ha afectado a la relación entre los socios que componen Moncloa es la dramática subida de la luz. Los morados reclaman abrir ya la posibilida­d de nacionaliz­ar las eléctricas, mientras que en el propio PSOE hay división división sobre la medida. Durante este verano se han sucedido varios incremento­s históricos durante una semana consecutiv­a, lo cual se ha saldado con precios marcados de hasta 117,14 euros el megavatio/hora. Ante esta problemáti­ca hay una respuesta unánime de la sociedad contra el Gobierno central. El 95,6 por ciento cree que debería bajar el precio de la luz. La lógica repulsa es contundent­e tanto entre los más jóvenes como los más mayores. Entre la horquilla de 18 y 34 años reclama una bajada hasta un 96,3%, creciendo hasta un 97,1% en el caso de los mayores de 55 años.

La respuesta de la ciudadanía es tajante y determinan­te puesto que, según refleja el sondeo, el 76,9% reconoce que le cuesta pagar el recibo de la luz en medio de una crisis económica grave derivada de la emergencia sanitaria por el coronaviru­s, frente a un escaso 18,7% que no tiene problemas con la factura.

El 95,6% censura al Gobierno por la subida de la luz y le pide que intervenga porque el 76,9% no puede pagarla

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain