EL BULO DE ELON MUSK
EL ROBOT DE FORMA HUMANA QUE PROPONE PARA 2022 ES IMPOSIBLE
HaceHace unos días Elon Musk volvió a poner en pie a medio mundo. En esta ocasión, el revuelo llegó durante la conferencia de Tesla, su empresa de coches autónomos. Al final del evento, cuando los coches autónomos se apartaron para dar paso a una tecnología mucho más atípica, el Tesla Bot, un robot de aspecto humano que el propio Musk prometió tener listo para 2022. Con su metro setenta y sus 57 kilos, el Tesla Bot guarda una esbelta figura, futurista y elegante, suave y sin toscas articulaciones a la vista.
En su cabeza de color negro, el androide esconde una pantalla que hace las veces de cara y de monitor para comunicarse con él y visualizar información. Según afirma el propio Musk, el robot es capaz de levantar 70 kilos y correr a 8 kilómetros por hora, haciéndolo perfecto para llevar a cabo tareas peligrosas, aburridas y repetitivas. Este podrá ser controlado con la voz, igual que un asistente del hogar, solo que mucho más sofisticado, con cámaras y una autonomía que le permitirá navegar por la ciudad para hacer recados de diario, como comprar en el mercado o realizar labores de mantenimiento. Sin duda, suena realmente bien, tanto que así es como Musk lo ha contado y como lo han transmitido los medios de comunicación. Sin lugar a duda podríamos afirmar que estamos ante una de las noticias tecnológicas más importantes del siglo. Podríamos… si no fuera puro humo. Porque lo cierto es que ni hay robot ni se le espera.
Quita, que tú no sabes
A pesar de todo lo que hayamos podido escuchar, el robot todavía no existe y ni siquiera está remotamente cerca de existir. Todo lo que tenemos hasta ahora es un maniquí, un dibujo y una persona disfrazada. Las palabras del doctor Francisco Jesús Martínez, investigador y experto en Machine Learning, dan una idea bastante clara del sentir de la comunidad: «El hecho de anunciar que el año que viene tendrá un robot humanoide y presentarlo con un tío bailando en mallas es totalmente digno de los Monty Python y, como amante del humor absurdo, me parece algo magistral».
El doctor Martínez lo tiene bastante claro: «Elon Musk tiene un largo historial de prometer cosas para el año que viene que nunca pasan […]», y añade que «[…] querer montar en un año un robot humanoide de propósito propósito general está bien como carta a los Reyes Magos, pero dudo muchísimo que sea posible, como mucho tendremos un maniquí que se pueda tener en pie, aunque ojalá me equivoque. Boston Dynamics lleva años trabajando en esto mismo y ni de lejos les puedes pedir que vayan a hacerte recados a la farmacia de la esquina».
Un mundo hostil
Pero, entonces ¿de dónde viene la seguridad con la que habla el magnate? En sus declaraciones, Musk insistió en que la inteligencia requerida por Tesla Bot es parecida a la de sus coches autónomos, aquella que les permite
«ANUNCIAR PARA EL AÑO QUE VIENE UN HUMANOIDE CON UN TÍO BAILANDO EN MALLAS ES DIGNO DE LOS MONTY PYTHON » , DICE UN EXPERTO
conducir por carreteras sería la misma que le haría posible que sus androides circularan por la ciudad. Sin embargo, los expertos no están nada de acuerdo. «La navegación autónoma de vehículos por entornos controlados como son las carreteras, con señalización estandariza y determinadas normas no tiene nada que ver con la navegación para bípedos en una ciudad. Hay obstáculos, escalones, puertas de diferentes alturas y anchuras, cruces de calles, otros humanos... tantos elementos distorsionadores que no creo que sea tan reaprovechable la IA de los vehículos Tesla», nos dice el Doctor Javier Palanca, profesor, investigador y un experto en inteligencia artificial de sistemas multiagente.
Ni siquiera Boston Dynamics se atreve a sacar a sus robots a entornos no controlados y se limita a ponerlos a prueba en lugares sencillos específicamente diseñados para ello. «Ni de casualidad estamos preparados para un supuesto robot que vaya a hacer la compra por ti. Debería tener un circuito pre-establecido o un entorno muy controlado, porque la casuística de un entorno poblado, donde las tiendas son todas diferentes, los obstáculos son variados e impredecibles, y la interacción con humanos casi inevitable, hace que no se
«NO ESTAMOS PREPARADOS PARA UN ROBOT QUE NOS HAGA LA COMPRA», ASEGURA JAVIER PALANCA, EXPERTO EN INTELIGENCIA ARTIFICIAL
parezca en mucho al caso de navegación autónoma de vehículos. Aunque Elon Musk ha hecho mucho por la inteligencia artificial, creo que infravalora la dificultad de llevar a otros ámbitos esa tecnología», añade el doctor Palanca.
Un sueño que se escapa
Y para la doctora Nerea Luis, experta en inteligencia artificial y planificación automática multiagente, el problema no se queda aquí, porque «ir al supermercado o coger cosas pesadas implican tareas de “grasping” y eso es uno de los campos más complejos de la robótica porque es muy difícil genera liza r el conocimien solución to. Saber por dónde coger un objeto y con cuánta fuerza es justamente una de las tareas que a los humanos no nos cuesta por la experiencia y a los robots, sin embargo, les cuesta mucho. Aún más si le ponen dedos como a los humanos. Que en un año tuvieran un prototipo funcional me sorprendería».
Y los problemas continúan, porque, para hacernos una idea, la inteligencia artificial más poderosa en cuanto a procesamiento y producción de lenguaje es GPT-3 y para que funcione necesita estar alojada en un gran número de servidores que difícilmente caben en una sala, mucho menos en un androide. La puede ser que toda esta tecnología se encuentre fuera del robot y este se conecte vía internet a los servidores, igual que hacen nuestros teléfonos cuando transcriben voz en texto utilizando inteligencias artificiales externas. «Si lo hicieran de este modo, al menos podrían descentralizar el procesamiento del lenguaje natural, pero lo sigo viendo muy difícil», añade el doctor Martínez. Sin embargo, hablamos de un calibre con el que nunca se ha trabajado, y que Musk también pretende resolver en un año.
¿Y todo esto para qué?
Y todavía queda una última vuelta de tuerca: ¿para qué tan humano? «Podríamos preguntarnos si el diseño humanoide responde más a lo que la ciencia ficción hace que el público quiera o si su diseño resuelve un problema, y en este caso parece que va a sacar un producto sin plantearse realmente el problema que al que en realidad quiere responder», apunta Carlos Santana, comunicador científico, profesor y experto en Inteligencia Artificial.
A tenor de todo esto, Santana insiste en que «por la capacidad industrial que tiene Tesla, uno puede pensar que lo que están proponiendo hacer es algo similar al robot Atlas de Boston Dynamics, pero por el marketing que tiene una figura como Elon Musk Tesla Bot podría correr el riesgo de parecerse más a un producto como el robot Sophia, que siempre ha sido fuertemente criticado por la comunidad de la inteligencia artificial y la robótica por desdibuja lo que la tecnología puede hacer. El tiempo nos dirá si esto se va a convertir en algo más cercano a lo que la gente del mundo de la robótica alaba o a lo que critican».
Musk ha hecho cosas maravillosas, sin duda, pero siempre dentro de unos tiempos que pueden ser razonables. Cuando prometió diseñar cohetes reutilizables estaba siendo el primero en enfrentarse seriamente a tal problema y, aunque realmente compleja, era una meta posible. En este caso está llegando a un terreno que muchos llevan décadas explorando con todas sus fuerzas y por eso sabemos que un Telsa Bot en un año es pura fantasía, humo, una promesa vacía. En palabras de Santana: «Elon Musk tiende a acumular proyectos algunos de los cuales funciona, aunque tal vez no en los tiempos que él estima y otros que directamente se abandonan, y este posiblemente se convierta más en lo segundo».