LOS DÍAS CONTADOS DE «FLO» GRIFFITH
ELAINE THOMPSON ESTÁ A CINCO CENTÉSIMAS DE SU RÉCORD DE LOS 100
ElEl 16 de julio de 1988 Florence Griffith corrió los 100 metros en 10.49. 33 años después la jamaicana Elaine Thompson ha parado el crono en 10.54, la segunda mejor marca de todos los tiempos. De Indianápolis a Eugene. De las sospechas del siglo XX –¿viento? ¿dopaje?...– a la actual reina de la velocidad bien entrado ya el siglo XXI. Florence Griffith-Joyner falleció diez años después de fijar un récord que se adelantó casi 35 años y lo hizo rodeada de incógnitas sobre todos sus registros –también es la plusmarquista mundial de 200– y la legalidad con la que los consiguió.
Elaine Thompson (28-6-1992, Jamaica) está en el momento cumbre de su carrera. En Tokio fue la reina de la velocidad. Se llevó el oro en los 100, en los 200 y en el relevo corto. En Eugene, en la Liga de Diamantes, no ha hecho mas que ratificar su reinado con una marca que es más que una amenaza para los 10.49 de Florence Griffith. La carrera celebrada en el estado de Oregón fue una reedición de la final olímpica de Tokio. Al lado de Elaine Thompson estaban sus compatriotas Shelly Ann-Fraser Pryce y Shericka Jackson.
Ellas fueron la plata y el bronce en Tokio y la historia se repitió. La doble campeona olímpica fue segunda con 10.73 y la más joven de las tres caribeñas hizo 10.76. La ventaja de 13 y 15 centésimas, respectivamente, con que ganó en Tokio aumentó a 19 y 22 en el mitin estadounidense.
Elaine Thompson lanzó un aviso en la final olímpica. Se llevó el oro con unos siderales 10.61. Ya era la segunda mejor marca de la historia y el récord olímpico. Thompson ha dejado atrás a Fraser-Pryce. Su compatriota llegó a los Juegos con un registro de 10.63 logrados pocos días antes, pero no pudo contestar a la exhibición de Thompson. Ésta ahora sólo pelea con la historia, porque por la forma en que corrió en Eugene a ver quién dice que no está capacitada para borrar de los libros los 10.49 de la estadounidense.
En el mitin de la Liga de Diamantes había otra invitada, la estadounidense Sha’Carri Richardson, la gran ausente de los pasados Juegos, que se los perdió sancionada por un positivo por marihuana.
Los primeros 50 metros de Thompson fueron mejorables; los segundos 50, perfectos. A mitad de carrera, con Richardson ya descolgada, todavía no había tomado la cabeza, pero el segundo tramo de la recta mostró a la velocista incontenible que voló en Tokio. Su aceleración dejó atrás a Fraser-Pryce, que todavía parecía capaz de pelear en el ecuador de los 100. Los últimos 30 metros fueron un escándalo. Despegó y nadie la vio. Los 10.49 de Griffith pueden tener los días contados.
Y no es la única marca que corre serio peligro. Los 21.34 de la estadounidense en el 200 también está cuestionados. Su final ayer del hectómetro, sin crispación alguna y manteniendo un correr limpísimo, permiten divisar una nueva marca mundial en la carrera de la curva. Si doblara su tiempo del 100, como casi clavaba Bolt (9.58 y 19.19), se quedaría en 21.22
Thompson-Herah no fue la única campeona olímpica que brilló en la pista del Hayward Field, el escenario donde se disputarán en 2022 los Mundiales. La estadounidense Athing Mu, de 19 años, también oro en Tokio, fijó la mejor marca mundial del año en 800 con 1:55.04 dejándose ir en los últimos metros. Noah Lyles, en los 200, logró el quinto mejor registro de la historia (19.52).