Occidente conmina a Rusia a que devuelva Crimea a Ucrania
Zelenski bloquea el acceso por internet a una docena de medios de habla rusa en el país
La relación entre Kiev y Moscú pasa en estos momentos por su momento más tenso, precisamente cuando se cumplen 30 años del golpe de Estado que les impidió seguir formando parte de la URSS. La guerra del Donbás al este de Ucrania y la anexión de Crimea por Rusia han deteriorado la relación de dos países que comparten unas profundas raíces históricas. Ayer mismo, el presidente, Volodimir Zelenski, encabezó la reunión internacional para la Plataforma de Crimea, creada en septiembre de 2020 con el objetivo de que esta península vuelva a formar parte de Ucrania y aseveró que, sobre la base de los resultados de la cumbre constituyente de la Plataforma de Crimea, se firmará una declaración conjunta, que estará abierta a la adhesión de otros Estados y creará una base política sólida para el trabajo futuro.
A la reunión asisten 44 países y organizaciones internacionales. La delegación de EE UU estuvo encabezada por la secretaria de Energía, Jennifer Granholm. Los tres estados bálticos, así como Eslovenia, Polonia, Hungría, Moldavia y Finlandia, estarán representados porsus presidentes, mientras que Georgia, Rumania, Croacia y Suecia por primeros ministros.
El propio Zelenski propuso invitar a Rusia como «participante de pleno derecho en la plataforma de Crimea». «Si esta plataforma le interesa tanto, invitamos a la Federación de Rusia a unirse a la Plataforma de Crimea para trabajar conjuntamente formas de desocupar Crimea y corregir su trágico error histórico».
La reacción rusa no se hizo esperar. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Moscí considera esta cumbre «no es amiga de Rusia», mientras que el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, la ha calificado de «aquelarre». «Occidente seguirá mostrándose indulgente con los ánimos neonazis y raciales de las actuales autoridades ucranianas», apostilló.
En la reunión de la Plataforma se han anunciado como prioritarias cinco medidas: ampliar las sanciones contra Rusia, garantizar la seguridad en las regiones de los mares Negro y Azov, proteger los derechos de Crimea, superar las consecuencias ambientales y económicas de la anexión de Crimea a la Federación de Rusia, así como consolidar la política internacional de no reconocimiento del «intento de anexión de Crimea».
Al mismo tiempo que desarrolla la conferencia internacional, Ucrania ha reforzado su política de censura a los medios rusos que operan en internet. El presidente Volodimir Zelenski ha materializado en las últimas horas, a golpe de decreto presidencial, el cierre de varias webs rusas tras la decisión del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional (NSDC) de bloquear el acceso a varias empresas de su vecino del este. En total, las medidas restrictivas afectarán a 12 empresas rusas, que se han ido clausurando a lo largo de las últimas horas, una de ellas es el gigante de la comunicación rusa Rostelecom, a la que han seguido sitios de información en ruso como Moskovsky Komsomolets y Versiya.
Además, las restricciones afectarán a Business News Media JSC, así como a su sitio web Vedomosti, la Historical Perspective Research Foundation, la Mutual Assistance Association for Charitable Assistance y otras organizaciones que venían prestando su labor informativa a los millones de rusohablantes que viven en Ucrania.
Medios rusos no descartan que dicha lista se vaya ampliando en el transcurso de la semana y desde Moscú ya se lamentan de un maltrato a la información impropio de un país democrático. No es la primera vez que Ucrania dificulta el acceso a medios de lengua rusa dentro de su frontera, en la historia reciente de esta ex república soviética se ha venido limitando el fomento del idioma ruso de manera gradual. El 16 de julio entró en vigor en Ucrania la nueva ley de regulación de idiomas, que prioriza el ucraniano en la vida pública consolidarlo como única lengua del Estado.
Desde entonces, Ucrania prohíbe la retransmisión de programas de televisión o películas en ruso y obliga a las editoriales del país a publicar, al menos, un 50% de los libros en ucraniano.
La ley de regulación de idiomas prioriza el ucraniano en la vida pública para convertirlo en la única lengua estatal