UN FUSIL PARA ESTAR A LA ÚLTIMA MODA
EnEn estos tiempos de lo «políticamente correcto», nos sorprende la imagen que muestra la fotografía, toda una ejecutiva fotografiándose, como si de la próxima generación de teléfonos móviles se tratase, con el último modelo del fusil de asalto más famoso del mundo, y el más vendido, el Kalashnikov, el arma de todo buen revolucionario, podría ser la frase de sus anuncios. La foto sorprende por su falta de pudor, por su descarnada verdad, porque las ferias de armamento, como las de coches o de productos de cosmética, se realizan cada año y participan empresas privadas y estatales de todos los países del mundo, en concreto, ésta es la 7ª edición del Foro técnico-militar internacional «ARMY-2021», que se celebra anualmente en las instalaciones del Centro de Congresos y Exposiciones Patriot Expo, en la Base Aérea de Kubinka, cerca de Moscú, un lugar adecuado, pues no sólo se exhiben «armas de mano» y sistemas tecnológicos avanzados como drones y mirillas de visión nocturna, sino también misiles, vehículos blindados militares, aviones de combate... todo el material de defensa que los ejércitos regulares pueden necesitar para garantizar o mejorar la integridad de sus países. Es el caso del Kalashnikov, cuyo fabricante representa el 95% de la producción de armas pequeñas en Rusia y las suministra a más de 27 países, aunque finalmente acaben en manos de grupos armados, guerrillas y revolucionarios que las muestran con orgullo y signo de distinción y con la misma naturalidad que los ejecutivos y el personal militar en el pabellón del Grupo Kalashnikov en la feria de armas.