UNA EXCLUSIVA Y SABROSA LECCIÓN
LoLo que la fotografía que ilustra esta página muestra, no es la típica picaresca del «por si cuela» que los experimentados y rancios camareros aplican a los despistados turistas, ya sean nacionales o de importación. En este caso es la lección de un empresario catalán, Raúl Castañeda, con la que le aplica un serio correctivo a un mal cliente, que molesto porque los camareros le pidieron que dejase propina tras cenar en el local y pagar una cuenta de 4.089 euros, se dedicó a airear el asunto en las redes sociales, haciendo hincapié en el hecho de que haber gastado tal cantidad, le eximía de dejar propina. Enterado del asunto, Castañeda reservó la misma mesa y viajó expresamente desde Barcelona hasta Marbella para cenar allí. Tras una cena de postín, con tres botellas del afamado champán Don Perignon, a 1.000 euros cada una, pidió que incluyeran en la cuenta como propina para los camareros los 4.098 euros de la cuenta del cliente quejica. Como un señor, el empresario catalán dejó un mensaje en su cuenta de una red social, dando noticia de la propina dejada, que es para los camareros, no para el negocio. Sirva este hecho para dar un repaso a todos los «negociantes» que se sirven de la impunidad que les brinda internet para sacar provecho con veladas o directas amenazas de poner malas críticas en las webs de gastronomía o de los propios negocios a cambio de opíparas cenas.