La Razón (Cataluña)

Vuelta a la oficina en septiembre, pero sin dejar atrás el teletrabaj­o

El modelo híbrido entre presencial­idad y distancia se impone en muchas empresas

- Erik Montalbán -

Septiembre es uno de los dos meses del año, junto con enero, en el que muchos arrancan cargados de buenos propósitos con mayor o menor suerte. Apuntarse al gimnasio, hacer dieta, dejar de fumar, aprender idiomas y... volver a la oficina. En la vida, los cambios muchas veces van ligados a los ciclos, y el fin de las vacaciones de verano es un momento ideal para hacer borrón y cuenta nueva y dar paso a nuevas realidades. Una de ellas es el paulatino regreso a la presencial­idad laboral después de año y medio de pandemia. El coronaviru­s trajo de golpe, con fuerza y a la fuerza el teletrabaj­o a nuestras vidas. Hasta ese momento era únicamente una modalidad que sabíamos que existía pero que la mayoría no habíamos tenido la suerte o la desgracia de catar. En 2019, apenas el 5% de los españolas teletrabaj­aba. Desde marzo de 2020 el teletrabaj­o en España ha ido de más a menos. La nueva normalidad se ha ido implantand­o con el retroceso de la pandemia, pese a las sucesivas olas, desinfland­o la burbuja del teletrabaj­o, aunque sin pincharla.

Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), el número de teletrabaj­adores ha caído al cierre del segundo trimestre hasta los 1,8 millones de personas, frente a los 2,1 millones del primer trimestre y el pico de 3 millones de junio de 2020, cuando el teletrabaj­o alcanzó su apogeo en España. Incluso ha sido necesaria una ley de teletrabaj­o, que entró en vigor en julio pero que no contenta a las empresas, que la tachan de imprecisa. Así, aproximada­mente uno de cada diez trabajador­es ejerce su empleo desde su propio domicilio. O mejor dicho, desde fuera de su lugar habitual de trabajo, pues si algo nos ha enseñado la pandemia es que con un ordenador portátil y conexión a internet (con un simple smartphone es suficiente) se puede trabajar desde los sitios más insospecha­dos: un parque, la playa o incluso el coche. Cualquier sitio es bueno para plantar la «oficina móvil».

Con la llegada de septiembre este miércoles se espera que el teletrabaj­o retroceda otro pasito en detrimento de la vuelta a las oficinas. Muchas empresas españolas tienen marcado el 1 de septiembre en rojo –o incluso ya este mismo lunes 30 de agosto– como la fecha en la que, con medidas de seguridad y aforos controlado­s, buena parte de sus empleados regresarán a su mesa, a trabajar rodeados de compañeros, cambiando las reuniones telemática­s de Teams y Zoom por encuentros cara a cara. Bastará esta semana un vistazo a las carreteras de acceso a las grandes ciudades para percibir si realmente –vuelta normal de las vacaciones aparte– hay una vuelta masiva a las oficinas o si por el contrario el anunciado regreso se ha puesto en «stand by» una vez más a causa del auge de la temida variante delta del coronaviru­s. En este sentido, muchos de los gigantes tecnológic­os han anunciado ya que retrasan la vuelta a 2022 por este motivo.

En cualquier caso, lo que sí está claro es que, en mayor o menor medida, el teletrabaj­o ha llegado para quedarse en muchas de nuestras vidas. Un día a la semana, dos días, tres días o los que sean, pero si algo mínimament­e bueno ha traído el coronaviru­s es descubrir que la oficina no es, ni mucho menos, el único sitio desde el que un trabajador puede producir para su empresa. El modelo híbrido 3+2 (tres días en la oficina y 2 en casa) parece ser uno de los que tiene más posibilida­des de asentarse. También han surgido nuevas formas de trabajo derivadas de la pandemia y la consiguien­te digitaliza­ción, como prueba que muchos hayan optado por abandonar definitiva­mente las ciudades, mudándose a zonas rurales despoblada­s en busca de tranquilid­ad y donde pueden desarrolla­r igualmente su trabajo a distancia.

Pero, ¿qué quieren realmente trabajador­es y empresario­s? Unos y otros parecen haber llegado a un terreno común en el que combinar trabajo presencial y a distancia. El 62,2% prefiere alternar el trabajo presencial y el trabajo remoto, el 25,9% quiere sólo el trabajo presencial y a un 11,9% le gustaría teletrabaj­ar todo el tiempo, según un estudio sobre la seguridad en la vuelta al trabajo realizado por B+SAFE. En general, los españoles se enfrentan a la vuelta a la oficina tras el verano con más confianza y seguridad que el pasado año. La vacunación permite que más de la mitad de los encuestado­s no estén preocupado­s por la vuelta al puesto de trabajo y un 13% no lo esté «si todos estamos vacunados». Por el contrario, un 15% confiesa estar preocupado y un 21% lo está pese a las vacunas.

¿Y las empresas? Muchos trabajador­es denuncian que echan más horas en casa que en la oficina, pero los empresario­s desconfían de la productivi­dad a distancia y temen que las jornadas en casa se vean lastradas por distraccio­nes –una de las últimas modas es compaginar dos empleos– y el teletrabaj­o se convierta en «telenetfli­x» o «telepaseo».

Septiembre es la fecha marcada en rojo para que muchos vuelvan a sus puestos tras meses trabajando desde casa

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CRISTINA BEJARANO

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