El Parlament otorga su Medalla de Honor a los «represaliados» del 1-O y del procés
Sale adelante a propuesta de Borràs y se entregará en la víspera de la Diada
Nueva algarada del Parlament en manos de Laura Borràs, su presidenta desde hace cinco meses en sustitución de Roger Torrent: este año, la cámara distinguirá con la Medalla de Honor de la institución de este año a todas las personas «víctimas de la represión y de la causa general contra el independentismo» a raíz del 1-O, así como a los colectivos jurídicos que las defienden.
Así lo anunció ayer la propia Borràs, cabeza de lista de JxCat en las anteriores elecciones del 14 de febrero, en una comparecencia telemática desde la cámara. Una breve comunicación, de tono solemne y anunciada poco antes coincidiendo con los primeros compases del nuevo curso político. En concreto, la presidenta del Parlament explicó que la Mesa decidió conceder su máxima distinción a los que «sufren la persecución por defender la libertad de los ciudadanos a escoger el futuro de Cataluña, con la voluntad de acompañarlos institucionalmente», a propuesta suya y aprobada por la mayoría de la Mesa. Cabe recordar que el independentismo ocupa la mayoría de puestos del órgano rector con la presencia de JxCat, ERC y la CUP.
Una condecoración de marcado sesgo político en referencia al referéndum ilegal del 1-O, y más teniendo en cuenta la lista de los últimos galardonados por la cámara, que otorga su distinción desde el 2000: el año pasado se concedió a los profesionales sanitarios por su actuación en la pandemia; en 2019 fue para el fundador de Open
Arms y antes se entregó a los Mossos, la Guardia Urbana, los servicios de emergencias y la policía local de Cambrils por los atentados de agosto de 2017.
Sin embargo, Borràs dejó claro que este año su objetivo es reconocer la «voluntad defendida reiteradamente en las calles y en las urnas de autodeterminarse y conquistar el futuro nacional en libertad».
La ceremonia de entrega tendrá lugar en el Parlament el viernes 10 de septiembre, en vísperas de la Diada de Cataluña, en «reconocimiento del dolor sufrido por las miles de personas represaliadas», en palabras de Laura Borràs. Será, por tanto, un acto previo al 11-S independentista que las entidades volverán a organizar en la calle con una manifestación más corta de lo previsto que terminará en la Estación de Francia de Barcelona. Posteriormente la medalla será depositada en el Museo de Historia de Cataluña , donde de esta manera «se hará presente este triste episodio de la historia viva del país que se espera que acabe pronto», enfatizó Borràs en un discurso de apenas unos minutos.