Francia juzga a los autores del atentado de Bataclan
Entre los 20 acusados del megajuicio que arranca el miércoles, se encuentra Salah Abdeslam, el único yihadista que sobrevivió
Casi seis años han pasado desde los atentados más sangrientos jamás registrados en Francia. El 13 de noviembre de 2015, en la ciudad de París, 131 personas caían bajo el grupo yihadista Estado Islámico, que abrió fuego y activó explosivos en varios puntos de la ciudad: el distrito 11 en el centro de París –famoso por sus ambiente festivo de bares y cafés–, el estadio de fútbol de Francia Francia y el tristemente célebre teatro Bataclan. Este último fue el escenario de la mayor masacre vivida esa noche: 98 fallecidos y decenas de heridos en un asalto con Kalashnikov de tres yihadistas.
Este miércoles, el caso llega finalmente a los tribunales en un megaproceso jamás visto: hablamos de 1.800 civiles demandantes de 20 nacionalidades diferentes, más de 300 abogados y 140 medios acreditados. Una masa enorme de personas que durante nueve meses se darán cita en el Palacio de Justicia para ser testigos y protagonistas de un proceso que juzgará a 20 acusados de la preparaciónolaejecucióndelosatentados del 13 de noviembre.
El lugar donde se piensa reunir a 14 terroristas tiene que ser fuertemente protegido. Y la ubicación no podía ser peor: el Palacio de Justicia se encuentra en pleno centro, frente a la catedral de Notre Dame, a dos pasos del ayuntamiento, a pocas calles del Louvre. Todas las precauciones son pocas. De hecho, las autoridades no han accedido a revelar el número de efectivos policiales y militares que estarán custodiando el lugar. Solo se sabe que el perímetro de las calles aledañas estará cerrado a la circulación de vehículos y peatones de martes a viernes.
Los trayectos de los acusados desde la prisión hasta la corte se harán en fechas diferentes, sin especificar cuáles.
Para albergar el proceso más grande en materia criminal que se haya desarrollado en Francia, tanto los demandantes como las autoridades judiciales se decantaron por el tradicional Palacio de Justicia de París. Pero había un problema importante: ninguna sala era lo suficientemente grande para recibir a todos los implicados.
Por ello, en enero de 2020, se inició la construcción acelerada de una enorme sala de audiencias, bautizada como «Grand Procès» (Gran Juicio). Un enorme espacio de más de 750 metros cuadrados, en forma de cubo de madera y cristal, dotado de cámaras y sistemas de audio totalmente nuevos con el fin de transmitir las audiencias en directo vía Web Radio y grabar en vídeo todas las intervenciones del proceso para luego ser custodiadas por los Archivos Nacionales de Francia. El costo de este recinto es de 7.5 millones de euros.
Entre los 20, solo 14 estarán presentes. Once permanecen bajo arresto y tres se encuentran en libertad condicional. Otros seis serán juzgados en ausencia, incluyendo a los hermanos franceses Fabien y Jean-Michel Clain, a quienes se les da por muertos desde 2019 tras el ataque aéreo de la coalición internacional en Siria. Los Clain fueron la voz de ISIS al reivindicar los atentados. También se cre muerto a Osama Atar, yihadista belga, sospechoso de haber planificado los ataques.
El acusado más esperado es Salah Abdeslam, el único miembro sobreviviente de los comandos. Todos sus compañeros fueron abatidos o se suicidaron en la ejecución de los atentados. Salah es un francés de origen marroquí de 32 años al que se le acusa de haber actuado como chófer para el grupo que abrió fuego en el teatro Bataclán, así como de participar en la elaboración de los explosivos. En declaraciones a las autoridades belgas, Abdeslam declaró que «renunció a activar el cinturón de explosivos que llevaba encima en el Stade de France». Detenido en Bélgica en marzo de 2016 y extraditado a Francia, permanece encerrado en la prisión de Fleury-Mérogis, en el departamento de Essone, a unos 40 kilómetros de París.
A Abdeslam se le acusa de ser el chófer del grupo que abrió fuego en el teatro y participar en la elaboración de explosivos