¿HAY QUE ADAPTAR LOS CLÁSICOS INFANTILES A LOS TIEMPOS MODERNOS?
A FAVOR
Amazon Prime Video acaba de lanzar la «Cenicienta» en versión libre con Camila Cabello de protagonista y con Billy Porter como hada madrina «queer»... y se ha armado la marimorena
Los clásicos lo permiten todo
Que la «Cenicienta» es un clásico infantil (de Charles Perrault, siglo XVII) no lo duda nadie, y, como buen clásico, puede contarse de tantas maneras como sea imaginado.
Buenas tardes, bienvenidos al siglo XXI
Mucho ha llovido desde la primera edición de la «Cenerentola», que dicen los italianos, por lo que quitarle una capa de polvo nunca está de más para adaptarla a los nuevos tiempos.
Mucho ruido y pocas nueces
Cuando algo, lo que sea, huele a cierto aroma feminista siempre son los mismos los que se ofenden. Han sido tantas veces, que ya pierde valor el enfado. Solo es uno más.
EN CONTRA
La pobre Cenicienta no gana para disgustos: vilipendiada por sus hermanastras, la pérdida del zapato, la carroza que se convierte en calabaza... Y a este ritmo de remozado no le va a quedar ni el nombre.
Clásico, pero no banco de pruebas
Está bien la coletilla de que «los clásicos lo soportan todo», pero estamos hartos de ver en teatro obras míticas que solo sus «adaptadores» entienden como «versión» del original.
A estrujarse un poco más el «coco»
Si se quiere reinventar la rueda, quizá no haga falta llamarle «rueda» porque no se va a ser más redonda de lo que ya es. Me explico, se puede crear sin desvirtuar al máximo lo ya escrito.
No todo es de color de rosa
100% de acuerdo con el feminismo, la diversidad y demás, pero no es necesario que absolutamente todo en este mundo piense en una sola dirección (por muy bonito y utópico que parezca).