OTRO GOLPE DE ESTADO EN NOMBRE DEL PUEBLO
LoLo que parece un «selfie» es en realidad una captura de pantalla de las imágenes que han difundido por medio de la televisión pública de Guinea-Conakry un grupo de soldados que ha dado un golpe de estado, de hecho, aunque parezca que los protagonistas son los militares, en realidad es el depuesto presidente, Alpha Condé, que aparece al fondo, sentado en un sillón, casi descade misado, con lo pies descalzos y mirando a un lado con cara de «quién me mandaría a mí presentarme a la reelección por tercera vez». Y es que, a expensas de que se confirme si ha triunfado la intentona, Condé había sido reelegido presidente tras una cuestionada modificación de la constitución del país, aprobada en referéndum por más del 90% de los votantes, permitiendo la candidatura lo que provocó violentos disturbios reprimidos con igual violencia. Así las cosas, Mamady Doumbaya, un teniente coronel, jefe una unidad élite, las fuerzas especiales, dice tener el control del país, que se ha suspendido la constitución por unos días, cerrado las fronteras y que un «Comité Nacional de Encuentro y Desarrollo» tomará el control para restaurar la soberanía nacional, secuestrada por Condé y su séquito de amigos, es decir, que ha venido a salvar al país, porque, en Guinea, que posee minas de bauxita, de hierro, de oro y diamantes, con 13 millones de habitantes, el 60% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. Condé, que fue el primer presidente surgido de unas elecciones tras años de dictadura, parece que sucumbió a la tentación del poder, pese a las señales en contra.