Sanidad pondrá la tercera dosis a inmunodeprimidos
La Comisión de Salud Pública descarta incluir por el momento a los mayores que viven en residencias, pese al aumento de contagios
La Comisión de Salud Públicaacordó ayer inocular una tercera dosis de la vacuna contra la Covid a ciertos colectivos de inmunodeprimidos que con la pauta completa no consiguen alcanzar la protección idónea. En concreto, la dosis adicional está indicada para las personas con trasplante de órgano sólido, los receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos y las personas en tratamiento con fármacos antiCD20, una terapia biológica que se emplea para curar ciertos tipos de linfomas y leucemias.
La Comisión de Salud Pública ha dado su visto bueno a la estrategia diseñada por la Ponencia de Vacunas, que establece, además, que la inoculación del tercer pinchazo deberá realizarse al menos 28 días después de haber completado la pauta. En el caso de las personas en tratamiento con fármacos anti-CD20 –entre los que se incluyen el rituximaba o el veltuzumab, entre otros–, habrá de administrarse transcurridos seis meses desde la finalización de la terapia. En todos estos casos se administrarán vacunas de ARNm, preferentemente del mismo tipo que la administrada con anterioridad.
Además, la Ponencia de Vacunas recomienda «continuar la revisión de la evidencia de los beneficios que una dosis adicional puede aportar en otras situaciones de inmunodepresión», como la de pacientes en tratamiento quimio-radioterápico y en aquellos con patologías de base que requieran de tratamiento inmunosupresor.
Así, España sigue las recomendaciónes de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que la semana pasada descartó una tercera dosis de refuerzo para la población en general, pero sí avaló este pinchazo adicional para las personas que con las dos dosis no logren los suficientes anticuerpos. En un comunicado el miércoles pasado, advirtió de que esta tercera dosis no debe verse como «un booster» o «refuerzo», sino como una «extensión» de la pauta vacunal para «restaurar la protección en los casos en los que disminuya». Por otro lado, detalló, «se pueden administrar dosis adicionales a personas con sistemas inmunitarios gravemente debilitados, ya que es posible que no alcancen un nivel adecuado de protección de la vacunación primaria estándar»,
¿Y las residencias?
La EMA también abrió la puerta a emplear esta dosis adicional en residencias: «También se podría considerar la posibilidad de proporcionar una dosis adicional como medida de precaución a las personas mayores frágiles, en particular las que viven en entornos cerrados», aclaró en el comunicado.
Aunque en España los contagios en residencias se han multiplicado por 10 en el último mes, el Ministerio de Sanidad no contempla administrar una dosis adicional a sus usuarios, al menos de momento. No obstante, reconoce que «es muy probable que la menor respuesta humoral y celular» de los mayores de 65 a las vacunas «unido a su menor duración», haga necesario «valorar la administración de una dosis de recuerdo» a este grupo.
La Patronal de la Dependencia lamenta la decisión del ministerio irigido por Carolina Darias de no incluirlos en esta estrategia. El Círculo Empresarial de Atención a la Dependencia (Ceaps) recuerda que los organismos sanitarios europeos comparten el mismo planteamiento que la patronal lleva, de forma insistente, realizando desde el principio de verano: abrir la puerta a la vacunación de los residentes en centros de personas mayores.
Ceaps critica que «en lugar de escuchar las reivindicaciones del sector, el Gobierno solo se plantee la posibilidad de administrar esa tercera dosis a personas inmunodepresivas por un trasplante de órganos o pacientes oncológicos, cuando, según los datos que maneja la patronal, el perfil de los usuarios de las residencias es el de una persona muy dependiente, de más de 85 años, con más de tres enfermedades y que consumen 7 medicamentos diarios».