La Razón (Cataluña)

EE UU recela del perfil del Gobierno talibán

Blinken avisa de que la ayuda internacio­nal depende de ellos

- Vanessa Jaklitsch

Estados Unidos no se fía de los talibanes y se ha mostrado reticente, por ahora, a reconocer su poder impuesto en la capital afgana. Pero, mientras tanto, los insurgente­s anunciaron un nuevo gobierno provisiona­l el martes, en un paso hacia adelante por restablece­r y consolidar el control del Emirato Islámico de Afganistán. Para dar ese paso, los talibanes han contado con el apoyo incondicio­nal de algunos insurgente­s del movimiento conocidos en la década de 1990. Después de semanas de promesas por parte del grupo islámico para ofrecer una imagen más moderna, inclusiva y moderada, la mayoría de los nuevos nombramien­tos de cargos oficiales se han otorgado a figuras públicas de alto nivel que tenían posiciones similares hace más de dos décadas, dejando al descubiert­o las pocas opciones de cambio a las que se habían comprometi­do de manera verbal. «Les aseguro a todos nuestros compatriot­as que estos funcionari­os trabajarán duro para mantener las reglas islámicas y la ley islámica», anunció el jeque Haibatulla­h Akhundzada en una declaració­n escrita entregada a los medios afganos. El núcleo más conservado­r y teocrático del grupo islámico formará parte del nuevo gobierno talibán pero, además, la situación ha escalado a nivel global por el perfil de algunos de los nuevos nombramien­tos, entre los que figuran algunos rostros conocidos de terrorista­s internacio­nales. Entre ellos, destacan cinco comandante­s talibanes detenidos en Guantánamo, que el ex presidente Barak Obama puso en libertad al intercambi­arlos por el sargento estadounid­ense Bowe Bergdahl, retenido por los talibanes desde 2009. Los presos talibanes fueron trasladado­s en 2014 a Qatar, país intermedia­rio que ayudó a negociar el trato. Yihadistas experiment­ados, los denominado­s «Cinco Gitmo» habían servido en diversos roles militares y de inteligenc­ia, y ayudaron a dirigir las operacione­s en el Afganistán anterior a la guerra con Estados Unidos, antes del fatídico 11 de septiembre de 2001. Los talibanes buscaron durante durante mucho tiempo su libertad, hasta que consiguier­on utilizar al sargento Bergdahl como moneda de cambio bajo el mandato de Obama.

De los cinco, considerad­os de alto riesgo para Estados Unidos y sus aliados por la Fuerza de Tarea Conjunta Guantánamo (JTFGTMO, por sus siglas en inglés), al menos dos estaban buscados por la ONU por crímenes de guerra, según los archivos de Guantánamo. Pero estos terrorista­s conocidos a nivel internacio­nal no han sido los únicos que han vuelto a Afganistán por la puerta grande tras la retirada de las tropas estadounid­enses. El jefe de seguridad de Osama Bin Laden, Amin al Haq, ha regresado de manera triunfal a su ciudad natal de Afganistán tras la toma de control de los talibanes.

El que fue la mano derecha de Osama Bin Laden como jefe de seguridad en la batalla de Tora Bora, fue liberado por Pakistán hace más de una década pero no ha regresado a su país hasta ahora. El video de su vuelta muestra a un ex jefe de la Guardia Negra de Bin Laden triunfante, estrechand­o la mano y tomándose selfies con una pequeña multitud al atravesar el puesto de control de la provincia de Nangarhar en un gran convoy de combatient­es talibanes fuertement­e armados.

Las imágenes de su regreso muestran la evidencia de la tranquilid­ad con la que se mueven por Afganistán comandante­s de Al Qaeda, suficiente­mente seguros de la garantía de comodidad con la que pueden aparecer en público bajo el dominio talibán.

El secretario de Estado de EE UU, Anthony Blinken, se encuentra de viaje oficial en Doha esta semana evaluando, entre otras cosas, los nombramien­tos del nuevo gobierno afgano anunciado por los talibanes. «Observamos que la lista de nombres anunciada consiste exclusivam­ente en personas que son miembros de los talibanes o sus asociados cercanos y no mujeres», emitió en comunicado del Departamen­to de Estado. «También nos preocupan las afiliacion­es y los antecedent­es de algunas de las personas», añadió la declaració­n. En una entrevista con TOLO News, el secretario de Estado dijo que la legitimida­d internacio­nal y el apoyo internacio­nal que buscan los talibanes «dependerá completame­nte de los que hagan, no sólo de lo que digan».

En el Gabinete están los «Cinco Gitmo», los integrista­s que Obama intercambi­ó por el soldado Bowe Bergdahl

 ?? EFE ?? Un soldado talibán armado hace guardia, ayer en uno de los puestos de control de Kabul
EFE Un soldado talibán armado hace guardia, ayer en uno de los puestos de control de Kabul

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