¿Será Ribera la próxima en cesar?

Una de mis grandes dudas me asalta desde hace días: ¿si el cambio de ministros hubiese sido a principios de septiembre, continuaría Teresa Ribera como vicepresidenta vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica? Mucho me temo que no. Es verdad que Ribera es una de las «niñas de los ojos» de Pedro Sánchez; es la que ha diseñado todo lo relativo a la lucha contra el cambio climático, la que ha imbuido al actual inquilino de la Moncloa de hacer de este asunto uno de los objetivos prioritarios de su actuación. Pero también es verdad que uno de los principales quebraderos de cabeza de Sánchez y del Gobierno en su conjunto es la subida del precio de la luz, que hoy alcanzará un nuevo récord histórico, el enésimo.

Los partidarios de Ribera destacan lo señalado anteriormente, que es una de las ideólogas de cabecera de Sánchez y que su relación es/era magnífica. Pero, claro, esa misma situación se daba en los casos de Iván Redondo (¿que habrá sido de él?), de José Luis Ábalos y de Carmen Calvo. Y de los tres ha prescindido sin pestañear, en algunos casos con alevosía, premeditación y tras haberlos consultado algunos de los cambios que iba a realizar, salvo los suyos, claro está.

Dicho de otro modo, a Sánchez no le tiembla el pulso a la hora de desenvainar la espada y cortar cabezas. Y lo del precio de la luz, que entra dentro de las competencias de Ribera, es muy gordo, pero muy gordo, entre otros motivos porque me parece que no ha hecho más que comenzar.

Este incremento de costes va a traer importantes repercusiones para el consumidor individual, las familias y las empresas, especialmente las pequeñas y medianas y también los negocios de los autónomos. Por cierto, que a muchas de ellas –cerca de 45.000– se las ha llevado la crisis por delante. Y, otras, las que todavía sobreviven, se preguntan cómo pueden acceder a las ayudas del Plan de Reconstrucción europeo.

La queja es recurrente durante los últimos días: «no sé a qué ventanilla tengo que ir para solicitar las ayudas del famoso plan. Me lo preguntan y la verdad es que no sé contestar». Me contaba un empresario del sector agroalimen«todo