Un incendio de «sexta generación» descontrolado
El fuego de Sierra Bermeja se bifurca en dos frentes y quema más de 7.000 hectáreas
El fuego no da tregua en Sierra Bermeja (Málaga). Tras seis días avanzando sin control, los profesionales que luchan contra las llamas y los vecinos afectados que han tenido que ser desalojados de sus viviendas, comienzan a perder el ánimo para vencer a este «monstruo hambriento», según describió uno de los bomberos. Ya son más de 7.780 hectáreas calcinadas y el fuego, por ahora, sigue fuera de control a pesar de que ya están echándole un pulso en la línea del frente casi un millar de profesionales: 900 bomberos forestales y casi 250 miembros de la Unidad Militar de Emergencia (UME). Dicen los expertos que es un fuego de «sexta generación»: inestable, imprevisible y extremadamente virulento. Está vinculado al cambio climático y aseguran que modifica las condiciones meteorológicas de la zona afectada y provoca tormentas de fuego, convirtiéndose en una amenaza muy seria para el medio ambiente y también para las personas.
Las llamas, que no dan tregua ahora en Málaga, rodean la A-7, la autopista que recorre la costa andaluza y los diferentes medios aéreos –trabajan ya más de medio centenar– reanudaron ayer su actividad para extinguir el incendio forestal. Y por si no tuvieran ya bastante trabajo, durante la madrugada del domingo los bomberos se encontraron con un nuevo problema: otro fuego en Jubrique provocado por pavesas.
La magnitud del incendio ha obligado ya al desalojo de 2.670 personas y hay seis municipios «sitiados». A los pueblos de Jubrique y Genalguacil (confinados ya desde el pasado viernes) se han ido sumando otros cuatro: Faraján, Pujerra, Júzcar y Alpandeire.
Tras el impacto de perder ya la vida de un bombero, los profesionales (ya trabajan 900 en primera línea y 250 militares de la UME) sufrieron ayer otro susto: dos heridos; uno de ellos leve y ya dado de alta, mientras que el otro está en Urgencias.
Aunque en realidad podría haber ocurrido una desgracia en el accidente de helicóptero que sufrió ayer otro grupo de profesionales, sin tener que lamentar heridos. Fue un «Superpuma» en el que viajaban 19 personas. Una nube de polvo impidió al piloto una buena visibilidad e impactó contra el suelo sin mayores consecuencias.
La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, quiso lanzar ayer un mensaje de cierta esperanza al afirmar que el incendio «está dejando traba
jar a los efectivos, que parece muy poco, pero es mucho», después de jornadas donde fenómenos como el llamado pirocúmulo, ese cúmulo de vapor de agua, cenizas y gases calientes que provocan los grandes incendios y que genera una dinámica de vientos que alimentan el oxígeno del incendio, generando focos secundarios y siendo una de las situaciones más peligrosas que se pueden dar en un gran Incendio Forestal como es este de Sierra Bermeja, calificado por muchos expertos como «inédito» en España por ese cúmulo de circunstancias que se están dando y que provocan que sea tan complicado de apagar.
A pesar de ser un fuego poco habitual, la Fiscalía alertó en su Memoria anual de que en 2020 los incendios habían aumentado un 33%.
Además de ese mensaje de la consejera de Agricultura, la Aemet lanzó otro en la misma línea: prevé precipitaciones «significativas» para los próximos días en toda Andalucía y especialmente en la zona del incendio. Si bien no serán suficientes para apagar las llamas, al menos ayudarán.
Sin embargo, además del daño al monte y a la naturaleza en su conjunto (ecologistas denunciaban ayer que las cenizas del incendio ya estaban llegando al mar), lo que más preocupa es la vida de las personas y, al cierre de esta edición, ya se habían desalojado a 2.670 personas de seis localidades malagueñas. Y es que el fuego, lejos de estar bajo control, sigue avanzando y ahora se ha bifurcado en dos frentes: uno que avanza por el Valle del Genal y el otro que se acerca al término municipal de Casares. En contener este flanco están centrados ahora gran parte de los recursos. Todos los desalojos, según explican desde la Junta de Andalucía, se han producido de forma anticipada y con las máximas medidas de seguridad, de acuerdo con el Plan de Contingencia diseñado. Según la Junta, los alcaldes de estas seis poblaciones habían sido prealertados y estuvieron informados en todo momento del minuto a minuto del operativo a pesar de que alguno haya mostrado su descontento con la forma en la que se organizó todo.
En este clima de rifirrafe político también se pronunció ayer la secretaria general del PP Andaluz, Loles López, que recriminó a diversos representantes del PSOE de Andalucía que, con sus críticas –que focalizaron en el retraso en la solicitud del Gobierno andaluz para la intervención de la UME– «utilicen la tragedia del incendio de Sierra Bermeja para intentar sacar rédito político». López sostuvo, según recogió Europa Press, que lo que se necesita en estos momentos es «unidad y coordinación», y afirmó que le produce «tristeza» que mientras los efectivos en la lucha contra incendios «se dejan la piel y se juegan su vida para salvar la vida de otros y extinguir el fuego», el PSOE se dedique «a criticar las labores de extinción».
El pronunciamiento de López se produce después de que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, señalara que confía «plenamente» en el dispositivo andaluz de extinción de incendios forestales, el Infoca, y en los miembros que lo componen, y pidiera además no entrar en «polémicas absurdas» sobre el incendio.
Confianza en el Infoca
Sobre por qué hasta este pasado domingo la Administración autonómica andaluza no pidió al Gobierno la colaboración de la UME, Moreno aseguró que así lo decidió «la dirección técnica» que gestiona el incendio y subrayó que confía «plenamente en el Infoca y en sus miembros», lo que significa, según añadió, «depositar la confianza de la dirección técnica de ese incendio en sus dirigentes», que es «gente absolutamente preparada que ha pasado por cientos de incendios, que se ha formado, que va a muchos centros de formación muy cualificados» en los que él, en su condición de presidente de la Junta de Andalucía, no ha participado «nunca», zanjó.