Procesados por terrorismo los 13 CDR detenidos en 2019
El juez: querían la independencia a través de «la violencia en su máxima expresión»
Los trece integrantes de los Comités de Defensa de la República (CDR) detenidos en septiembre de 2019 en el marco de la «operación Judas» han sido finalmente procesados por pertenencia a organización terrorista y, en el caso de nueve de ellos, también por delitos de tenencia de explosivos. Así lo ha decidido el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, al concluir que todos ellos estaban integrados en la rama de mayor «radicalidad» de los CDR, el denominado Equipo de Respuesta Táctica (ERT). Una célula que, según sostiene el instructor en el auto en el que acuerda esta decisión, ponía a disposición de los CDR «un grupo clandestino de individuos de la máxima confianza» totalmente «entregados a la causa», a quienes se habría encargado la realización de las acciones más sensibles en pos de la independencia de Cataluña.
El instructor sitúa el origen de los CDR en el «sentimiento de frustración» que se generó en el independentismo tras el 1-O. Y explica que dentro de esa estructura, cuyas acciones en algunos casos llegaron a tener «carácter delictivo», figuraban los integrantes del Equipo de Respuesta Táctica (ERT), encargados de llevar a cabo «las acciones más sensibles», las que requerían «un plus de compromiso y profesionalidad en
García Castellón sostiene que constituyeron «una organización terrorista paralela» tras la frustración por el 1-O
su ejecución», dentro del objetivo global de intentar «subvertir el orden constitucional» mediante una estrategia «planificada y organizada». El propósito era lograr la independencia de Cataluña «empleando para ello la violencia en su máxima expresión». El juez señala a uno de los investigados, Ferrán Jolis, como «el iniciador» del ERT.
Para el instructor no hay duda de que todos conformaban una organización de carácter terrorista, pues «habrían superado la actividad dentro del respectivo CDR y conformado una organización terrorista paralela, de carácter clandestino y estable, cuyo objetivo sería el de llevar a cabo accionesviolentas o atentados contra objetivos previamente seleccionados utilizando para ello los explosivos o sustancias incendiarias fabricados en los dos laboratorios clandestinos que la propia organización tenía instalados en dos domicilios particulares».
«No solo se acredita su pertenencia a los grupos de acción, sino además su intención de realizar acciones violentas como cortes de autopistas, ocupación de edificios simbólicos, bloqueo del aeropuerto y movilizaciones generales», así como «acciones contra infraestructuras críticas» (autopistas y aeropuerto).