Melilla, insumisa ante Transparencia por la efigie de Franco
Segundo requerimiento sobre la retirada de la estatua, reclamada por vía judicial
El Gobierno de Melilla ha sido requerido por segunda vez a través del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno para que entregue documentación pública sobre la ejecución de la retirada –el pasado 23 de febrero– de la estatua dedicada a Franco como comandante de la Legión en la Ciudad Autónoma. La efigie estuvo junto a la muralla hasta que fue transportada a un almacén municipal, donde aguarda una decisión final por parte de los tribunales.
Han reclamado su restitución la Plataforma Millán Astray y la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF), cada una por su lado, aunque el objetivo sea el mismo: mismo: su reposición. La primera acaba de recibir una segunda resolución favorable del Consejo de Transparencia que obliga al Ejecutivo socialista de Melilla a dar información pública sobre la obra llevada a cabo para despejar la estatua de la vía pública. Así consta en la resolución RT 0385/2021 fechada el 8 de septiembre y firmada por su presidente, que insta a la Consejería de Presidencia y Administración Pública de la Ciudad Autónoma a que, en el plazo máximo de veinte días hábiles, facilite, entre otros documentos, copias de la licencia de obra; los permisos de la Consejería de Cultura y detalles sobre instrucciones, personal y equipos empleados.
Se trata de la segunda resolutray
La estatua está guardada dentro de una caja en un almacén municipal a la espera de que haya una resolución definitiva
ción «contra la opacidad» del Gobierno de Melilla, denuncian fuentes de la Plataforma Millán Astray. En la primera, con referencia RT 0145/2021 y fecha del pasado 17 de junio, el Ejecutivo era condenado a facilitar al reclamante copia del expediente administrativo completo. En ambos casos la administración reclamada no efectuó alegaciones al Consejo de Transparencia, «lo que demuestra que está en una completa insumisión frente a las obligaciones establecidas en la Ley de Transparencia», según las mismas fuentes. «Directamente no colaboran de forma reiterada», denuncian.
Además de los pleitos, también se ha acreditado documentalmente que el encargo de la estatua «retirada indebida y opacamente», se llevó a cabo en 1977, «ya en periodo democrático, y para resaltar el vínculo del comandante Franco con esas tierras africanas y, en especial, su salvación de Melilla en 1921 frente al rifeño Abd El Krim.
Desde la Plataforma Millán Asconsideran Asconsideran que las dos resoluciones de un organismo estatal como el Consejo de Transparencia, junto con el acta descubierta en los archivos, «contribuirán a inclinar la balanza de la Justicia a favor de la restauración de la estatua», con el objeto de que «lo antes posible vaya a su lugar original, como símbolo de protección y defensa de esa ciudad frente a los enemigos de España y de los españoles». En la Plataforma consideran que la retirada de la estatua, «desde su gestación hasta su consumación, es un procedimiento administrativo de irregularidades sin fin, una verdadera cacicada de un Gobierno zombi».
El pasado mes de junio, la Justicia ordenó a la Asamblea melillense como medida cautelar que «custodie y conserve en buen estado» la estatua de Franco a expensas de lo que pueda resolverse en el pleito principal.
Por su parte, la Fundación Franco interpuso recurso contencioso-administrativo contra una retirada que se hizo «deprisa y corriendo, antes de culminarse legalmente el procedimiento y antes de que se publicara el acuerdo en el Diario Oficial».