«En la ampliación de El Prat no se buscó el equilibrio»
Martínez-Almeida y Antón Costas debaten sobre el papel de las ciudades en el desarrollo económico y social sostenible
Las ciudades seguirán creciendo, la clave está en el cómo. En 2050, el 70% de la población vivirá en grandes áreas urbanas y el planeta estará habitado por más de 9.000 millones de personas. Ante este escenario que tiene todos los visos de cumplirse, las ciudades deben jugar un papel fundamental para garantizar un futuro sostenible, tal y como quedó expuesto ayer durante el diálogo sobre «La Ciudad como factor clave para el desarrollo económico y social», impulsado por la Sociedad Barcelonesa de Estudios Económicos y Sociales (SBEES) de Foment del Treball, presidida por Josep Sánchez Llibre.
El debate contó con la participación de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, y del presidente del Consejo Económico y Social, Antón Costas, quienes dejaron claro que la colaboración público-privada, la búsqueda del equilibrio y la igualdad de oportunidades son factores clave para garantizar la evolución de las ciudades. La presentación corrió a cargo del presidente del Consejo de Patrocinadores Patrocinadores de SBEES y presidente de Agbar, Àngel Simón y estuvo moderado por el director adjunto de La Vanguardia, Enric Juliana.
«Crecer a toda costa no tiene sentido. Los ciudadanos reclaman una mejora en la calidad de
vida. Tenemos que encontrar el punto de equilibrio entre que la sociedad pueda crecer pero de forma duradera y sostenible y dar oportunidades», defendió el alcalde de Madrid. Para ello, el progreso económico tiene que avanzar de la mano del progreso social, añadió Martínez-Almeida, y la igualdad de oportunidades debe ser el pilar fundamental, apuntó Antón Costas.
El estado del bienestar es una garantía indiscutible, «pero no hay que estigmatizar a ciertos sectores, sino generar un modelo productivo que diversifique el abanico de oportunidades profesionales», matizó en este sentido el alcalde de Madrid, haciendo referencia a la decisión del Gobierno de «detraer los beneficios extraordinarios» de las compañías eléctricas para reducir la factura de la luz. «Intervenir el beneficio de las empresas en una economía de mercado como única medida real para poder parar el alza de la luz no es el mensaje que tenemos que transmitir en estos momentos de crisis económica en los que hay que dar confianza a los inversores, a los mercados y a las empresas», desarrolló más ampliamente ante la prensa a su entrada al acto
‘El progreso en el siglo XXI’ En el marco de este ciclo de conferencias se celebró el diálogo ‘La ciudad como factor clave para el desarrollo económico y social’, impulsado por la Sociedad Barcelonesa de Estudios Económicos y Sociales de Foment del Treball.
Foco en el desarrollo sostenible Almeida y Costas concluyeron que la colaboración público-privada, la búsqueda del equilibrio y la igualdad de oportunidades son factores clave para superar este reto.
que tuvo lugar en CaixaForum y por primera vez en Madrid en el marco del ciclo de conferencias ‘El progreso en el siglo XXI’.
El progreso de las ciudades tampoco tiene por qué implicar una abandono del medio rural. Para ello, la mejora de la conectividad, los corredores y la capacidad de «identificar oportunidades económicas que se adapten a esos territorios» serán clave para «poder fijar población» en los territorios despoblados, argumentó Almeida.
Madrid ya avanza en esa dirección con la decisión de Aena de ampliar el Aeropuerto de Barajas por 1.600 millones de euros. «Desde el punto de vista logístico, seremos un puente entre Oriente y Latinoamérica», subrayó el alcalde de la ciudad. La clave está en compaginar progreso y protección del medioambiente, volvió a defender Martínez-Almeida, como también ocurrió anteayer con la aprobación de la Ordenanza de Movilidad Sostenible. Mientras, criticó que en el fracaso de la ampliación del Aeropuerto de El Prat «no hubo intención de buscar ese punto de equilibrio».
«Un país como España necesita un modelo equilibrado de ciudades grandes, medianas y pequeñas; cada una de las cuales deberíaespecializarseeninnovaciones diferentes», defendió el presidente del Consejo Económico y Social (CES). «Entre Madrid y Barcelona tendría que haber un dialogo competitivo, y la capacidad de crecer mutuamente», destacó Almeida.