La contaminación afecta al rendimiento cognitivo y al estrés
Es la principal conclusión de un estudio impulsado por la Fundación «laCaixa»
De sobra es conocido el impacto de la contaminación sobre la salud de las personas, pero ahora, CitieSHealth, un estudio europeo de ciencia ciudadana coordinado por Ideas for Change y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), pone de evidencia también sus repercusiones sobre el rendimiento cognitivo y el estrés.
Y es que este trabajo, cuyo objetivo era medir cómo la contaminación afecta a la salud mental de las personas en la ciudad, revela que la ciudadanía presenta un menor nivel de concentración durante los días en los que los niveles de contaminación atmosférica son más elevados. Concretamente, el tiempo de reacción y el rendimiento cognitivo pueden variar cerca de un 5% entre un día limpio y otro con alta contaminación. Paralelamente, también se produce un aumento del nivel de estrés cuanta más contaminación se registra. En este caso, la diferencia en el nivel de estrés entre un día limpio y uno con un alto nivel de contaminación es del 0,5, en una escala 0 al 5.
Además, la investigación ha puesto de evidencia que, en los días con más polución, la salud cognitiva de quienes viven cerca de un espacio verde o azul, como podría ser el mar, se ve menos afectada que la de aquellas personas que residen lejos de estos espacios, sin embargo no se ha visto que existan variaciones en la relación entre el bienestar cognitivo y la contaminación atmosférica en función de la exposición al ruido.
Este estudio se ha desarrollado a partir de los datos que casi 300 voluntarios residentes en Barcelona han proporcionado de forma voluntaria durante dos semanas no consecutivas. A lo largo de este periodo, los participantes realizaron un test de capacidad de atendel ción y velocidad de procesamiento, yrespondieron a cuestiones sobre su nivel de estrés, su estado de ánimo y la calidad del sueño, todo ello a través de una aplicación. Además, algunos aportaron sus datos de movilidad y más de 260 personas voluntarias llevaron un tubito de captación pasiva de NO2, gracias al cual se ha podido medir la concentración acumulada por cada participante de este contaminante en una semana.
A partir de estos datos y con el propósito de comparar la muestra y establecer correlaciones, se han cruzado los resultados con otros datos públicos, como la media de concentración de contaminantes registrada por las estaciones de la Red de Vigilancia y Previsión de Contaminación Atmosférica del Ayuntamiento de Barcelona o el mapa municipal estratégico del ruido de la Ciudad Condal.