... mientras ERC lanza un aviso por incumplimientos de los PGE
Los republicanos se muestran «muy lejos de estar satisfechos»
Pere Aragonès salió satisfecho de la primera reunión de la mesa de diálogo celebrada el pasado miércoles y aseguró que eso «ayuda» de cara a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. No obstante, Esquerra quiso enviar ayer también una advertencia ya que entiende que para hablar de las cuentas de 2022, se deben haber cumplido con los compromisos contraídos en las de 2021.« Estamos lejos, muy lejos de estar satisfechos con los cumplimientos», expresó ayer la portavoz de Esquerra, Marta Vilalta.
«Haría bien el Estado en cumplir los compromisos. Harían bien en ponerse las pilas. Si no, empezaríamos bastante mal la negociación de los presupuestos para el año que viene», alertó la portavoz republicana, que también quiso poner en contexto la posición de su partido: «No somos los del ‘no’ a todo, queremos arremangarnos y participar en la negociación», señaló.
Lo cierto es que, de momento, no han empezado los contactos para la negociación de las cuentas, pero Esquerra tiene intención de hacerse valer y quiere evitar que JxCat pueda usar los incumplimientos del Gobierno en las cuentas de 2021 como arma política. Los republicanos celebraron los presupuestos de 2021 como un triunfo político porque se acordaron importantes inversiones, retirar el control financiero del Gobierno en la Generalitat, dinero para la Ley de dependencia o la transferencia del Ingreso Mínimo Vital.
Si bien, el punto que mayor polémica arrastró fue situar en el debate público las supuestas ventajas fiscales que tiene la Comunidad de Madrid con respecto al resto de territorios autonómicos. Y, en este sentido, el Gobierno activó un grupo de expertos que anda trabajando y tiene previsto arrojar resultados a principios de 2022 para impulsar una reforma fiscal.
En paralelo, JxCat presiona por ganar protagonismo y negociar con Esquerra los presupuestos con el Gobierno, pero los republicanos recelan de esta fórmula porque temen que sea una maniobra de los posconvergentes para dinamitar cualquier intento de acuerdo. ERC, de hecho, se plantea que sea el propio conseller de Economía (JxCat), Jaume Giró, quien lidere esta negociación si el plan va en serio.