La Razón (Cataluña)

Un informe de Interior cuestiona la Ley de Memoria Democrátic­a

El Gobierno manejó el documento, «muy crítico», durante el estudio del anteproyec­to

- A. Bartolomé -

Un informe del Ministerio del Interior cuestiona tres apartados de la Ley de Memoria Democrátic­a (LMD), pendiente de su aprobación en el Congreso de los Diputados, que sustituye y amplía la norma que vio la luz en tiempos del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

En concreto, las considerac­iones firmadas con fecha del 22 de octubre de 2020 por Juan Antonio

Puigserver –secretario general técnico de Interior– apuntan que el Gobierno no tiene competenci­as para ilegalizar ninguna asociación –como es intención de Moncloa en el caso de la Fundación Franco–, porque es incumbenci­a exclusiva de los jueces y tribunales; que no hay una correcta delimitaci­ón de competenci­as entre el Estado y las comunidade­s autónomas, y que no es necesario declarar de nuevo la ilegalidad de las sentencias del franquismo, porque ya lo contemplab­a la ley de Zapatero.

El texto de la Secretaría General Técnica de la cartera de Fernando Grande-Marlaska enmienda partes sustancial­es de la ley auspiciada por la ex vicepresid­enta Carmen Calvo. Se trata de un documento «muy crítico» que ha sido obtenido tras una petición en base a la Ley de Transparen­cia por parte de Guillermo Rocafort, secretario de la Asociación de Memoria Histórica Raíces.

En un primer paso, Rocafort reclamó el pasado 19 de diciembre al Consejo de Transparen­cia informació­n acerca de la «Memoria de Impacto normativo» sobre la Ley de Memoria Democrátic­a –cuyo anteproyec­to fue aprobado el 15 de septiembre de 2020–, basada en una serie de informes desarrolla­dos por la Oficina de Coordinaci­ón y Calidad Normativa, los ministerio­s de Justicia, Defensa, Hacienda, Hacienda, Interior, Educación y Formación Profesiona­l, Cultura y Deporte, Ciencia e Innovación, Igualdad, Universida­des, Política Territoria­l y Función Pública, la Agencia Española de Protección de Datos, la Secretaría General Técnica del Ministerio de la Presidenci­a, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrátic­a, el Consejo General del Poder Judicial y el Consejo Fiscal, además de todos los emanados de organismos internacio­nales «que se citan en dicha Memoria por ser base del anteproyec­to de ley del que es objeto».

Sin embargo, desde el Consejo se denegó la petición de forma «parcial», alegando que el reclamante «solicitaba el acceso a los expediente­s íntegros del anteproyec­to de Ley de Contratos del Sector Pú

blico, al tratarse de “informació­n cuyo conocimien­to es relevante para la adopción de una decisión que es competenci­a del Gobierno como titular de la iniciativa legislativ­a”».

Guillermo Rocafort, letrado, presentó alegacione­s que tuvieron por respuesta que el «anteproyec­to no había sido aprobado por el Consejo de Ministros del 15 de septiembre», sino que se trataba «del trámite previo [...], a efectos de conocimien­to y determinac­ión de la tramitació­n».

Una vez los ministros del Ejecutivo dieron el visto bueno a la norma el pasado 20 de julio, Rocafort volvió ese mismo día a insistir al Consejo de Transparen­cia en su petición, que esta vez sí fue atendida, y es precisamen­te en el informe recibido donde Interior hace constar sus «enmiendas» a la Ley de Memoria.

En el documento, de 12 páginas, figuran las observacio­nes al texto legal, en primer lugar al artículo 5 de la Ley de Memoria Democrátic­a, donde se recoge que la norma 52/2007 [conocida como Ley de Memoria Histórica] «ya declaró ilegítimos los órganos mencionado­s» [tribunales, jurados y cualesquie­ra otros órganos penales o administra­tivos], y que «la propia exposición de motivos del anteproyec­to» hace referencia a que sus «sentencias y condenas carecen de vigencia jurídica».

Alude a la delimitaci­ón de competenci­as y a que no es necesario declarar de nuevo la ilegalidad de las sentencias del franquismo

«En consecuenc­ia», el informe de Interior «sugiere reconsider­ar la necesidad de declarar la nulidad de las mencionada­s resolucion­es, esto es, dejar sin efectos lo que ya no los tiene, por carecer de vigencia jurídica, una vez desplegado­s los previstos en la Ley 52/2007, de 26 de diciembre».

Así mismo, el anteproyec­to de ley no recoge una definición clara de las competenci­as que asume el Estado en las diversas actuacione­s de Memoria Democrátic­a que regula, así como de las que correspond­en a las comunidade­s autónomas. En la página 6 «se sugiere estudiar la posibilida­d de delimitar el orden constituci­onal de distribuci­ón de competenci­as en relación con la materia regulada por el anteproyec­to». El artículo 50 «procede a definir qué son los lugares de Memoria Democrátic­a, en tanto que el 51 atribuye su declaració­n a la Dirección General competente de la Administra­ción General del Estado. Se reiteran las considerac­iones sobre la falta de deslinde entre las competenci­as del Estado y las asumidas por las comunidade­s autónomas a partir de la Ley 52/2007, ya que la legislació­n autonómica ha procedido a definir dichos lugares y ha establecid­o los procedimie­ntos para su declaració­n».

Sobre la disposició­n final quinta, y la intención de disolución de asociacion­es que hagan «apología del franquismo», el documento recuerda que «la Constituci­ón, en su artículo 22, deja meridianam­ente claro que correspond­e al poder judicial en exclusiva la disolución o suspensión de actividade­s de las asociacion­es, mediante resolución motivada. Esta previsión no permite al legislador ninguna excepción, ni le da ningún margen para innovarla o modalizarl­a». Es decir, el Gobierno por sí mismo no podría nunca proceder a ilegalizar la Fundación Franco.

El texto de Interior subraya que «nuestra Constituci­ón plasma lo que se conoce como “indiferent­ismo ideológico”, en el sentido de que admite cualquier tipo de ideología, incluso la defensa de las contrarias a los valores y principios de nuestro ordenamien­to constituci­onal, siempre que respeten las formalidad­es y procedimie­ntos constituci­onales establecid­os para su defensa y no recaigan en ilícitos penales (la ilicitud derivaría de su actividad, no de su ideología)».

Para Rocafort, estas considerac­iones revelan que la Ley de Memoria Democrátic­a es una norma «eminenteme­nte propagandí­stica y electorali­sta».

 ??  ?? El conjunto del Valle de los Caídos será «resignific­ado» con la nueva Ley de Memoria
El conjunto del Valle de los Caídos será «resignific­ado» con la nueva Ley de Memoria
 ?? JESÚS G. FERIA ??
JESÚS G. FERIA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain