«LA SITUACIÓN ACTUAL DE DON JUAN CARLOS NO PUEDE ECLIPSAR SU TRAYECTORIA»
PorPor supuesto, no podría estar más de acuerdo con usted, salvo por un pequeño detalle, que, hasta ahora, no he conseguido hacerme una idea clara de cuáles son esas circunstancias económicas extraordinarias que no pueden eclipsar la trayectoria de Don Juan Carlos. Porque uno ha ido leyendo titulares en los periódicos que sólo se sostienen desde la mala voluntad, la ignorancia, el papanatismo seguidista o la intención de hacer daño. Admito que es un signo de nuestra época, pero en mis tiempos de redactor de sucesos dar por válida una acusación del fiscal, no le digo si procedía de la Guardia Civil o de la Policía Nacional, como si ya fuera causa juzgada o verdad revelada por el propio Dios, te llevaba indefectiblemente ante la mesa del redactor jefe para el correctivo de rigor. Hoy, desde un medio electrónico, el que sea, te puedes encontrar con aseveraciones sobre el viejo Rey que tienen menos sustento que la acusación de que las monjas daban caramelos envenenados a los hijos de los obreros, que a usted le sonará. Luego, llega la Hacienda de Liechtenstein y contesta que no le consta que Don Juan Carlos sea beneficiario de tal o cual fundación y nadie se disculpa por haber afirmado, rotundamente, además, lo contrario. En fin, que a los que ya tenemos una edad no hace falta que nos expliquen quién es Don Juan Carlos y su papel en el proceso de democratización de España, primero, y en la defensa del mismo, después. Baste con explicar que a mí el 23-F me pilló, aunque talludito, cumpliendo el Servicio Militar en Zaragoza y créame si le digo que hasta que el Rey salió por la tele la cosa no estaba nada clara. No, el problema vendrá cuando nuestra generación casque y sólo quede Google como notaría indiscutible de los hechos de un hombre, un tiempo y un lugar que fueron Don Juan Carlos, la Transición y España, pero que, a poco que nuestros nietos se descuiden, se venderá como el apaño franquista de un rey venal. Al menos, eso es lo que cuentan Pablo Iglesias y sus compañeros bolivarianos.