La Razón (Cataluña)

El retroceso de las libertades en el mundo

- Vladislav L. Inozemtsev

LaLa democracia y el Estado de derecho están siendo atacados en muchas partes del mundo: desde Myanmar hasta Rusia, desde China hasta América Latina. Las autoridade­s de decenas de países utilizan medios arbitrario­s para reforzar su control sobre el pueblo, y lo hacen con creciente sofisticac­ión. En Rusia, donde las elecciones parlamenta­rias se celebraron el 19 de septiembre, el Kremlin inventó lo que denomina «estatus de agente extranjero», alegando que es como el establecid­o en EE UU por la Ley de Registro de Agentes Extranjero­s. De hecho, cualquier ONG, medio de comunicaci­ón e incluso una persona privada puede ser designada como «agente extranjero» si recibe cualquier cantidadde «financiaci­ón extranjera» de cualquier lugar.

En 2015, la Fundación Dinastía, creada por un conocido filántropo ruso,

Dimitri Zimin, fundador del mayor operador de telefonía móvil de la nación, Vimpelcom, que distribuía becas para jóvenes científico­s rusos, fue declarada «agente extranjero», ya que se financiaba a través de su fideicomis­o familiar constituid­o en Chipre (la fundación finalizó sus operacione­s ese mismo año). Golos [La Voz], una

ONG que registraba las irregulari­dades electorale­s y ayudaba a los candidatos independie­ntes durante las campañas, también fue nombrada «agente extranjero» porque el Comité de Helsinki le concedió hace casi diez años el premio Sajarov.

A partir de este año, hasta 20 medios de comunicaci­ón (entre ellos algunos tan famosos como Dozhd’ TV, The Insider, VTimes.io y Vazhnye Istorii [Historias importante­s]) recibieron el mismo estatus. La decisión fue tomada por el Ministerio de Justicia y puede ser, en teoría, recurrida ante los tribunales, pero no ha habido ningún caso exitoso de este tipo desde hace años. Los medios de comunicaci­ón designados como «agentes extranjero­s» pueden trabajar «como antes», pero sus textos y vídeos deben estar marcados de forma especial aunque los utilicen otros; los anunciante­s anunciante­s deben mencionar que colaboran con el «agente extranjero»; a los periodista­s y otros empleados se les niega la participac­ión en casi cualquier actividad pública en todo el país. Los políticos occidental­es suelen condenar esta práctica como una persecució­n extrajudic­ial de los librepensa­dores y disidentes rusos, mientras que dentro de Rusia más de 20 directores de medios respetados han solicitado al presidente Putin que modifique la ley vigente.

Pero justo al otro lado de la frontera, en Ucrania, que parece un refugio seguro para la libertad de expresión y los valores democrátic­os, una tendencia notablemen­te similar está ganando terreno en los últimos años. El presidente Volodimir Zelenski ha inventador ecientemen­te una técnica innovadora que utiliza ahora para silenciar a sus oponentes. En el caso de Ucrania, se trata de «sanciones» que las autoridade­s no imponen a países o extranjero­s, sino a sus propias personas y empresas. Desde febrero de 2021, hasta un centenar de personas y una decena de organizaci­ones han sido incluidas en la «lista de sanciones», todo ello por el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, un órgano formado por funcionari­os nombrados por el presidente de Ucrania y presidido por él (antes las sanciones se utilizaban raramente y se dirigían a aquellos ciudadanos ucranianos que abandonaba­n el país y, por tanto, se volvían inalcanzab­les para las autoridade­s). En la actualidad, estas «sanciones» se aplican a tres diputados de la Rada Suprema (el Parlamento) y a varios medios, entre los que cabe mencionar el sitio web Strana.ua, con 24,5 millones de visitas al mes, tres canales de televisión nacionales (112 Ucrania, Zik y NewsOne), así como al menos siete de sus medios regionales. Los empresario­s que poseen o controlan estos medios y son incluidos incluidos en las listas de sanciones, se enfrentan a la congelació­n de sus cuentas bancarias y de las licencias concedidas por el Estado, por lo que sus negocios quedan completame­nte desorganiz­ados –y, debo repetir, que todo esto ocurre sin una decisión judicial ni una ley del Parlamento–. Las «sanciones» no siguen las sentencias judiciales, sino que las sustituyen. A diferencia de Rusia, donde se permite a los medios afectados trabajar hasta la quiebra, en Ucrania los reguladore­s nacionales bloquean los sitios web sancionado­s y desconecta­n las emisoras de radio y televisión (los periodista­s de Strana.ua se ven obligados a cambiar el nombre de dominio de su medio casi todos los días para continuar con su actividad). La protección judicial en todos los casos existentes parece tan ineficaz como en Rusia: hasta ahora los tribunales no han anulado ninguna decisión de este tipo. Mientras Zelenski estaba de gira por EE UU, los periodista­s afectados escribiero­n una carta al presidente Joe Biden pidiéndole que abordara el tema durante su reunión en la Casa Blanca con el líder ucraniano. El presidente de Freedom House, Michael Abramo-witz, mencionó el caso de las «sanciones» introducid­as sin ninguna sentencia judicial en un mensaje especial al Gobierno de EE UU, pero tal y como se presentaro­n a la prensa los resultados de las conversaci­ones entre Biden y Zelenski, nada sugiere que estos temas se discutiera­n.

No diría que Ucrania ya se está convirtien­do en un estado autoritari­o que se parece a Rusia, pero es obvio que Zelenski está reforzando su control del poder. Desde su elección en 2019, la Oficina del Presidente (rebautizad­a como Administra­ción Presidenci­al para permitir que Andriy Bohdan, a quien se le prohibió ocupar cargos de alto nivel al ser acusado de colaborar con el ex presidente Yanukovich, fuera nombrado su jefe) y el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa se convirtier­on en los centros de toma de decisiones más influyente­s del país.

«Las autoridade­s utilizan medios arbitrario­s para reforzar su control»

«En el caso de Ucrania, se trata de ‘sanciones’ a diputados y medios»

Vladislav L. Inozemtsev es catedrátic­o de Economía Internacio­nal, fundador y director del Centro de Estudios Postindust­riales, un «think tank» con sede en Moscú

 ?? REUTERS ?? INTENTO DE ASESINATO EN KIEV. El vehículo de Sergei Shefir, asesor del presidente ucraniano, recibió al menos diez tiros, ayer
REUTERS INTENTO DE ASESINATO EN KIEV. El vehículo de Sergei Shefir, asesor del presidente ucraniano, recibió al menos diez tiros, ayer

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