LECCIÓN DE HISTORIA E INDEPENDENCIA
LaLa ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, quiere otro referéndum de independencia a finales de 2023. Los nacionalistas ya perdieron uno en 2014, pero son inasequibles en el esfuerzo. Da igual que la mayoría de los escoceses no lo deseen, como manifiestan las encuestas y admiten los políticos partidarios de la secesión. La independencia escocesa no es una quimeHa ra. Aquellas tierras fueron reino independiente durante el tiempo necesario para curtir un espíritu y que ese anhelo permanezca de una forma u otra vivo en una parte de la sociedad, que, por lo demás, convive con agrado y comodidad en Reino Unido. Sin embargo, de cuando en cuando, los héroes escoceses renacen y retornan de ese pasado legendario para recordar a sus compatriotas de hoy lo que un día fueron, y también del manantial de sangre, sudor y lágrimas que costó doblegar al inglés, aunque fuera un sueño efímero. ocurrido con un documento de Robert the Bruce, rey de Escocia, por el que recompensa la lealtad de un partidario de las Guerras de Independencia, que se subasta. El escrito, en nombre de Bruce como rey de Escocia, otorga tierras a Sir William Oliphant, que participó en las batallas de Dunbar, Stirling y Bannockburn. Está fechado el 20 de marzo de 1326. Su existencia era conocida por los estudiosos, pero se mantuvo en paradero desconocido durante casi un siglo. Ahora sale a la luz, en manos del Director Gerente de Bonhams Scotland, Charles Graham-Campbell, que la sostiene con la estatua de Robert the Bruce en Bannockburn como testigo.