La compra de viviendas se agita y vuelve a cifras del «boom»
Julio cierra con 50.258 operaciones, el mayor dato desde 2008, cuando estalló la burbuja
El mercado inmobiliario se calienta. Si es el preludio o no de una nueva burbuja como la vivida a finales de la primera década del siglo es algo que sólo el tiempo dirá. Pero lo que es indudable es que la compraventa de viviendas ha alcanzado ya niveles similares a los del último «boom» inmobiliario. El número de transacciones alcanzó en julio las 50.258 unidades, según los datos publicados ayer por el INE. Se trata de la cifra más alta desde 2008 y se ha registrado tras un crecimiento interanual del 53,5%. Esta abultada subida interanual hay, no obstante, que contextualizarla. Según el portal inmobiliario Fotocasa.es, «puede tratarse del arranque de las operaciones embalsadas. Es decir, las compraventas que no pudieron realizarse durante el estado de alarma y que comenzaron a ejecutarse a partir de julio», como explica su directora de Estudios y Portavoz, María Matos.
En cualquier caso, como destacan también desde Fotocasa y pisos.com, la cifra es un 5% superior a la registrada en 2019. Un avance que demuestra, según Ferran Font, jefe de estudios de pisos.com, que «la vuelta a la realidad prepandemia sigue confirmándose a medida que avanza el año». «El sector continúa fuerte y liderando la recuperación económica de nuestro país», apostilla Matos. «Es muy positivo que aumente la actividad del mercado. Esto supone que los ciudadanos le dan mucho valor a la vivienda. Y lo más importante es que los precios no crecen al mismo ritmo y están conteniéndose», destaca la directora de Estudios de Fotocasa. No obstante, el portavoz de idealista, Francisco Iñareta, advierte de que «los datos que manejamos en idealista llevan meses alertando de la velocidad velocidad a la que se está consumiendo el stock de viviendas disponible, lo que hace prever un aumento de la presión de la demanda a corto y medio plazo y nuevas tensiones en los precios».
Tanto la obra nueva como la segunda mano siguen creciendo con fuerza, si bien es la vivienda usada, que representa un 81% del total, la que registra un crecimiento mayor desde hace dos meses. No obstante, en julio se realizaron 9.510 operaciones de compraventas de vivienda nueva, lo que supone un incremento interanual del 40,2% respecto a 2020. «La vivienda de obra nueva está viviendo un auge sin precedentes desde el estallido de la pandemia por diversas razones. Una de ellas es porque suelen tener espacios comunes como jardines o piscinas y en la mayoría de los casos cuentan con terraza, características que se han vuelto imprescindibles para los españoles que buscan vivienda después del confinamiento», explica Matos. «Otro motivo importante viene de la mano del teletrabajo. El hecho de no tener que ir cada día a la oficina está haciendo que muchos españoles abandonen las ciudades y se esté comprando vivienda en la periferia y es ahí donde se encuentra gran parte de la oferta de obra nueva», añade.