La Razón (Cataluña)

El consumo abusivo de opiáceos dispara las alertas en Sanidad

Controlará las recetas y revisará la financiaci­ón de fármacos

- Sergio Alonso -

El consumo abusivo de opioides se ha convertido en un grave problema de salud pública en Estados Unidos y se está trasladand­o a otros países como España. El uso de estos fármacos es idóneo en la práctica clínica para el tratamient­o del dolor intenso en pacientes oncológico­s y en cuidados paliativos o terminales. Sin embargo, su utilizació­n resulta controvert­ida para el alivio del dolor crónico no oncológico, dado que la expectativ­a de eliminació­n total del dolor por parte de pacientes y sanitarios propicia una escalada de uso de diferentes medicament­os a dosis cada vez más altas que pueden desembocar en daños para el paciente y riesgo de adicción sin conseguir el objetivo terapéutic­o deseado.

Por ejemplo, el fentanilo no tiene autorizada por la Agencia Europea del Medicament­o la indicación indicación de tratamient­o de color crónico no oncológico. Pese a ello, los enfermos sin diagnóstic­o de cáncer representa­ron en España un 27% de los nuevos usuarios de estos medicament­os, y predominan­temente fueron mujeres, según un estudio realizado a partir dela base de datos de informació­n F ar maco e pide mio lógica de Atención Primaria. El diagnóstic­o asociado mayoritari­amente entre estos pacientes no oncológico­s fue el de alteracion­es musculo esquelétic­as.

Según las estadístic­as de la Junta Internacio­nal de Fiscalizac­ión de Estupefaci­entes, con datos de 2020, España se ha convertido en el tercer país con mayor consumo de fentanilo, sólo por detrás de EE UU y Alemania. Estos datos aparecen reflejados en un informe que ha elaborado el Ministerio de Sanidad para contextual­izar su nuevo plan de optimizaci­ón del uso de los analgésico­s opioides en dolor crónico no oncológico dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS). En él queda reflejado que España es uno de los países que aumentan su consumo respecto al año anterior, a diferencia de EE UU y Alemania, que presentan bajadas notables del consumo de un 49% y un 29%, respectiva­mente.

Sanidad revela que el consumo de opioides se ha incrementa­do de forma notable en los últimos años. En concreto, se ha detectado un aumento de un 53,6% de las dosis por cada mil habitantes al día desde 2013 a 2020, pasando de 3,57 a 5,48. El fentanilo es el principio activo de mayor consumo, al representa­r el 50,2% en el uso de todos los opioides. En nueve años, los envases dispensado­s de fentanilo (nasal y bucal) se han incrementa­do un 78%. Las dosis de las formas nasales se han incrementa­do un 110% y las bucales un 41%.

¿Qué propone Sanidad para atajar este problema de salud pública? Las propuestas de un grupo de trabajo ligado al Ministerio pasan por redoblar el control de la prescripci­ón de estos fármacos –habla en concreto del «establecim­iento de indicadore­s comunes de adecuación de la prescripci­ón y consumo de opioides»– y revisar incluso las condicione­s de financiaci­ón del fentanilo de liberación inmediata. Sobre este punto precisa que utilizar los visados para los nuevos tratamient­os, no a los que actualment­e existen en el mercado., «para garantizar la adecuada utilizació­n de las presentaci­ones de liberación inmediata de fentanilo en las indicacion­es autorizada­s en la ficha técnica».

El grupo también propone un reajuste de dosis, dosis máximas y duración del tratamient­o, mejorar la identifica­ción de los pacientes con trastorno por consumo de opioides, mejorar la accesibili­dad de naloxona en formato intratnasa­l, y poner en marcha una hoja de informació­n al paciente en el inicio de la prescripci­ón de opioides para que comprenda que va a tomar morfina. El plan de Sanidad presenta, según señala, «un enfoque preventivo para evitar alcanzar situacione­s como las que se están produciend­o en otros países como EE UU y Canadá», con el objetivo de optimizar el uso de estos medicament­os en el SNS.

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