La Razón (Cataluña)

EL VALOR QUE HA TRAÍDO LA PANDEMIA A LA FORMACIÓN

Las universida­des tienen la responsabi­lidad de infundir en sus estudiante­s la confianza de que se puede construir un mundo mejor

- POR LAURA AMADO LUZ Directora del grado en Psicología e investigad­ora del grupo TRIVIUM de la Universita­t Abat Oliba CEU

ElEl objetivo vital de toda persona es buscar la felicidad. Y parte de esa felicidad se consigue cuando descubres el propósito de tu vida. Nuestros universita­rios creen haber descubiert­o su vocación, que les llevará a ejercer una profesión que les apasione, que en parte responda a esa necesidad de encontrar sentido y alcanzar la felicidad. La Universida­d debe orientarse a formar personas para que en el proceso de aprender lo curricular y competenci­al, se desarrolle­n de forma integral. En ese camino, la Universida­d debe atreverse a plantearse el desafío de ayudarles a ser más felices. El futuro dependerá de las personas capaces de generar felicidad y de las personas capaces de promover la Vida.

Expertos en resilienci­a no se equivocaba­n cuando vaticinaba­n que ésta se convertirí­a en una cuestión central en la gestión de las organizaci­ones. Decían que las organizaci­ones de y con futuro serán resiliente­s o no serán. En estos momentos de crisis, así está siendo. Para afrontarla y construir un futuro esperanzad­or, necesitamo­s que la resilienci­a sea un elemento central de la cultura organizati­va.

La RAE define resilienci­a como la capacidad humana de asumir con flexibilid­ad situacione­s límite y sobreponer­se a ellas. Es un proceso dinámico que se construye desde lo social, lo relacional y comunitari­o. Asimismo, es un constructo complejo de altísimo interés interdisci­plinar de intervenci­ón psicosocia­l. Nos permite dirigir la mirada a los diferentes factores que influyen en los contextos en los que las personas nos desarrolla­mos. Y uno de los contextos en los que esto es posible es en la Universida­d.

Vivimos en una sociedad caracteriz­ada por una incertidum­bre que nos hace vernos sin capacidad de respuesta. Este paradigma nos impulsa a un cambio de mirada que implica no sólo conocer la realidad y saber cómo afrontarla, sino también transforma­rla; más allá de resistir ante la crisis, proyectar futuro y creer que se pueden alcanzar otras posibilida­des.

La importanci­a de fomentar resilienci­a en un contexto marcado por la crisis es clave. Implica un cambio de mirada que nos hace más capaces de afrontar las adversidad­es. No se trata sólo de resistirla­s, sino de transforma­r y transforma­rnos proyectand­o futuro. Todos los que han creído que algo era posible tenían esta visión, esta mirada apreciativ­a y posibilist­a. Han transforma­do la vivencia adversa en un escenario repleto de posibilida­des.

Los expertos en resilienci­a indican que estamos en la Era de la Resilienci­a, la era de las posibilida­des y una Universida­d será resiliente o no lo será.

La esperanza posible

LaUniversi­dadnohades­eringenua, sí posibilist­a, infundiend­o esperanza de que lo aparenteme­nte imposible sea posible, como nos describió Rosling en su libro Factfullne­ss. La Universida­d tiene la responsabi­lidad de infundir en sus estudiante­s la confianza de que se puede construir un mundo distinto y mejor. Se trata de instaurar un mundo de posibilida­des, de apasionars­e por generar alternativ­as viables e ir más allá de lo probable para explorar destinos no predichos. Nos recuerda también a lo que se denomina esperanza realista.

Muchos desean volver a la normalidad, cuando lo verdaderam­ente deseable es que en estos momentos seamos capaces de hacer posible lo que antes de la crisis nos parecía imposible. Hay que permitir que lo que está sucediendo nos transforme para bien y aprendamos. Insisto, no es ingenuo pensar así, sino posibilist­a, como lo fueron Rosling y Mandela, porque todo parece imposible hasta que se hace.

El mundo seguirá cambiando aceleradam­ente, por lo que aquello que enseñamos y aprendemos en la escuela y en la Universida­d habrá pasado pronto de moda. Ello nos exige actualizac­ión y formación continuada para formar a los estudiante­s en un marco actualizad­o, y la Universida­d ha de estar abierta a nueva informació­n y buscarla activament­e.

Desde este marco, ante un desafío como la pandemia, una Universida­d resiliente fomenta en el estudiante el pensamient­o creativo, crítico y enfocado en la acción, como forma de afrontar lo que devenga, proyectar futuro, crecer y Vivir. Una Universida­d resiliente es aquella que sabe apreciar y potenciar los valores y la ética, la confianza, el talento y el compromiso de las personas mediante un liderazgo generativo y humilde.

Una Universida­d resiliente es aquella que sabe construir y fomentar espacios de oportunida­d donde encontrar un sentido. También es la que sabe transforma­r y fortalecer vínculos para tejer redes de cooperació­n y correspons­abilidad; fomenta un aprendizaj­e del error en el camino a la excelencia; valora y estimula la inclusión de la diversidad; y, lo más importante, se ordene y dirige a que toda la comunidad universita­ria alcance la felicidad a la que todos somos llamados y la ponga al servicio de los demás. En resumen, una Universida­d resiliente es aquella que promueve la Vida.

 ?? DREAMSTIME ?? Una universida­d resiliente fomenta la creativida­d
DREAMSTIME Una universida­d resiliente fomenta la creativida­d

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain