La Razón (Cataluña)

GUIDO DUMAREY

- CEO DEL GRUPO PUNCH

Ya hemos presentado una propuesta vinculante según la cual nuestro grupo confirma su intención de operar en las tres plantas existentes en Zona Franca, Sant Andreu y Montcada, donde habrá una incorporac­ión gradual de la fuerza laboral actual hasta alcanzar los 2.000 puestos de trabajo directos para el 2025 y conservand­o su base de proveedore­s locales actuales, con una inversión que rondará los 650 millones de euros hasta el 2027. Para ello tenemos varios proyectos en firme, como un prototipo basado en nuestra tecnología de hidrógeno para demostrar nuestra firme apuesta en un futuro sostenible y a largo plazo de las plantas de Barcelona liderando la transición hacia un futuro libre de carbono a través de múltiples tecnología­s basadas en la electricid­ad y en el hidrógeno. Para liderar este proyecto hemos designado a Andy Palmer, que ya ha trabajado en Nissan Motor Corporatio­n y que ya conoce Nissan, sus vehículos eléctricos y estas tres plantas de producción.

1.

¿Su propuesta mantiene la actividad de las tres plantas de Nissan en Barcelona? 2. ¿Fabricaría­n el actual Nissan Navara reconverti­do a hidrógeno?

Hemos presentado ya un «concept car» de este pick-up basado en tecnología propia de hidrógeno caliente denominado «Hydrogen Internal Combustion Engine», que se fabricaría en las plantas catalanas de Nissan en combinació­n con otros vehículos comerciale­s ligeros con tecnología de baterías. Con ello, nuestro grupo demuestra su firme apuesta por Barcelona y su capacidad para garantizar un presente y futuro próximo de éxito construido sobre una fuerte inversión en tecnología de cero emisiones y aprovechan­do la experienci­a y cualificac­ión de la fuerza de trabajo y la base de proveedore­s existente en la actualidad en las plantas catalanas.

3. ¿Es esta una tecnología propia de Punch?

El motor H2-ICE que lleva este vehículo ha sido desarrolla­do en Centro

Punch de investigac­ión y desarrollo de Turín y está basado en unas adaptacion­es sobre un motor diésel convencion­al, variando el sistema de inyección de combustibl­e, el sistema de encendido, la adaptación de un módulo de control de motor y software específico y la inyección directa de hidrógeno en la cámara de combustión. Es un proyecto real y nuestro grupo ha demostrado con hechos en sus más de 40 años de experienci­a y con un historial de proyectos de reindustri­alización de éxito, que nuestra propuesta es creíble y real. Este «pick-up» es una solución tangible de movilidad sostenible para el próximo futuro, que ofrece considerab­les ventajas a nivel de costes, de autonomía y tiempos de repostaje.

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