Los fabricantes han hecho sus deberes
Las cifras de matriculaciones de coches eléctricos siguen sin despegar, a pesar de los esfuerzos de los fabricantes, que han adaptado las cadenas de montaje de la totalidad de las factorías españolas para la producción de automóviles con diferentes niveles de electrificación. Son ya varios los modelos fabricados en nuestro país con motorización totalmente eléctrica o con propulsión híbrida enchufable. Es decir, han hecho sus deberes. Pero enfrente, «la pelota está en otro tejado». La Administración no está poniendo el más mínimo interés práctico y solo se queda en los discursos falsamente ecológicos de algunos miembros del Gobierno, pero que no se ven refrendados por hechos concretos. El llamado Plan Moves, que ya fue un fracaso el pasado año, al no cubrirse ni el 20% de los 250 millones inicialmente presupuestados, va camino de repetir este año un «éxito» parecido. Los fondos están mal repartidos entre las autonomías (las que se atreven a activarlos) y el mecanismo para acceder a las ayudas es complicado para los particulares por la enorme burocracía necesaria. Por otra parte, la infraestructura de recarga sigue en unos niveles ridículos, lo cual frena la demanda de los particulares, que no tienen claro dónde pararse cuando quieren hacer un viaje de kilometraje medio. Si de verdad se quiere promocionar el coche eléctrico y cumplir con los niveles de descarbonización exigidos por la Unión Europea hay que tomar medidas más contundentes. En este sentido, la distancia con Europa cada vez es más grande. Por ejemplo, eliminar el IVA en los coches de Etiqueta CERO. Pero eso