La falta de camioneros deja a Reino Unido sin combustibles
El Gobierno británico baraja movilizar al Ejército para evitar el colapso del transporte, las empresas y los consumidores
El Gobierno británico no descarta recurrir al Ejército para sofocar el pánico ante el desabastecimiento en las gasolineras, después de que BP se uniera a otras petroleras en la clausura temporal de algunas estaciones por las dificultades para completar las entregas de gasolina y diésel por la falta de conductores. A diferencia de las penurias por la crisis del gas que asola a ambos lados del Atlántico, la cuestión con la gasolina en el Reino Unido se debe exclusivamente a la escasez de camioneros. Pero el Gobierno culpa a la pandemia y no al Brexit. Sin embargo, lo cierto es que, tras la salida de la UE, hay un grave problema de falta de mano de obra en general y de transportistas en particular. Los analistas hablan de un déficit de 100.000 camioneros, que está afectando también al abastecimientos en los supermercados con estanterías vacías.
Tanto el Ejecutivo de Boris Johnson como los dueños de las gasolineras piden a la ciudadanía que no reposten de emergencia a menos que lo necesiten. Pero cuanto más se habla del desabastecimiento, más se apresuran los conductores a llenar sus depósitos y más rápido se vacían los surtidores. En este sentido, el ministro de Transportes, Grant Shapps, asegura ya que baraja muy seriamente el recurso de movilizar a militares, aunque habría cuestiones técnicas a dilucidar, «como ver si pueden conducir camiones comerciales, podrían desempeñar otros roles, como examinar o formar a los transportistas», dijo. También estudia conceder visados temporales a comunitarios, aunque insistió en que «no socavará» las condiciones del sector «con conductores europeos más baratos», ya que, a su juicio, eso «no resolvería el problema, y sólo crearía uno nuevo».
La nueva normativa de inmigración impuesta el pasado mes de enero está basada en el estricto sistema australiano de puntos y requiere de oferta de empleo y examen con nivel de inglés, entre otros requisitos, para poder trabajar en el país.
En el seno del gabinete conservador, no obstante, no son pocos los que se oponen a estos visados temporales, algo que ya se ha hecho excepcionalmente en sectores como el agrícola. La Asociación de Transportistas por Carretera (RHA) no oculta la influencia de la salida del Reino Unido de la UE, pero lo inscribe en una situación más compleja que cataloga de «tormenta perfecta». Según su portavoz, Rod McKenzie, la entrada definitiva en vigor del Brexit al comienzo de este año llevó a la pérdida de unos 20.000 conductores comunitarios, y eso se unió a la pandemia, que obligó a cancelar unos 40.000 exámenes previstos para conceder nuevas licencias.