Niall Ferguson, contra los mimados de Occidente
El ensayista analiza los retos que afronta el mundo tras la Covid, y critica a los políticos y la falta de responsabilidad de los ciudadanos
Por José María MARCO
El historiador Niall Ferguson, conocido por sus libros monumentales sobre el dinero o los Rothschild, no es de los que durante el encierro del Covid-19 descubrieron la cocina o se dedicaron a ver series. Emprendió un trabajo que le ha llevado a este «Desastre», otro gran libro que analiza y sitúa la pandemia en la serie histórica de las catástrofes de las que la humanidad es al mismo tiempo víctima y responsable.
Una afirmación como esa no es una novedad. Lo es más cuando el autor trata de integrar las catástrofes en una visión fundada en la racionalidad y, por tanto, en la previsibilidad de la realidad. Los primeros capítulos se
concentran en este proyecto y resulta entretenido ver cómo formulan y reformulan hipótesis y metáforas conocidas con un descaro propio del autor. Así es como vemos a «rinocerontes grises» convertidos, o no, en «cisnes negros» y estos, a su vez, en «reyes dragón», que son «cisnes negros» que han mutado en criaturas globales... Ovidio, en sus «Metamorfosis», se queda corto. Hay en esas páginas un exceso de información no siempre elaborada. Más fácil de seguir es el capítulo dedicado al propio Covid-19. Y resulta más entretenido por ser una suerte de diario de la enfermedad terminado en agosto de 2020, antes de que la pandemia entrara en una nueva fase y que las vacunas variaran la situación.
El toque polémico
El interés de estas páginas no viene del balance que proponen, sino de permitirnos revivir aquellos días de entre enero y agosto de 2020. Aquí Ferguson retoma el pulso narrativo de obras anteriores con el toque polémico que tanto le gusta y gusta también, y con razón, a sus lectores. La primera ráfaga va dirigida contra quienes responsabilizaron de la pandemia a líderes populistas como Trump o Johnson. Ferguson no los exime, pero pone el foco en las disfuncionales burocracias estatales que impidieron respuestas eficaces, como la de Taiwán. Otra oleada crítica va contra sociedades como las nuestras, que han acabado por ignorar la muerte, olvidar el riesgo y que no son capaces de asumir las consecuencias de sus actos: sociedades de mimados y sin capacidad de resistencia. Tampoco Ferguson comparte las predicciones sobre la hegemonía china post Covid y resulta convincente en su argumentación en favor del peso que va a corresponder a EE. UU. y sus aliados. Un excelente resumen de los debates suscitados por la pandemia.