«Según la izquierda no debería militar en el PP por ser gay»
Pide combatir los delitos de odio y no olvidar el caso de las menores prostituidas que Baleares se niega a investigar
Defensor de los derechos humanos como bandera. Luchador incansable por visibilizar el drama que viven en el mundo las mujeres y niñas víctimas de trata. Es diputado del PP en la Asamblea de Madrid. Se siente libre y alaba la protección a los derechos individuales que garantiza la Constitución. Le preocupan todos los delitos de odio y denuncia que ante la decisión del Gobierno de convocar una mesa, no se ha hecho lo mismo en el caso de las menores prostituidas en Baleares. «¿Por qué solo se plantea convocarla para hacer un uso partidista como se demostró con la falsa denuncia (el caso de Chueca)?», se pregunta.
–¿Cree que en nuestra sociedad hay homofobia?
–España es el tercer país en aceptación, solo por debajo de Suecia y Países Bajos, no lo digo yo, lo dice Eurostat. Este mismo estudio alega que el 95% de los españoles no tienen ningún problema con este colectivo. Yo no me siento 100% en ningún colectivo en concreto. Esto demuestra que lo que dicen determinados representantes de izquierda sobre la LGTBIfobia no es verdad. Aunque esto no quita que siga habiendo ejemplos de odio y que haya que combatirlos, pero estamos muy por delante de otros países. –Argumenta la izquierda que el colectivo homosexual no es libre en Madrid. ¿Usted se considera libre?
–En España, los casi 47 millones de personas que vivimos aquí somos libres porque tenemos una Constitución que nos garantiza todos los derechos. Y eso lo reconoce cualquier persona, incluso desde la izquierda. Pero tratan de decir que eso se le debe solo a ellos y no es cierto. Que Madrid sea capital LGTBI del mundo se debe a los activistas que lucharon hace muchos años por los derechos de todos. En el caso de Madrid, con gobiernos de centro derecha en el ayuntamiento y en la Comunidad. Madrid ya era una capital LGTBI con Álvarez del Manzano en el Ayuntamiento y con Gallardón en la Comunidad, siguió siéndolo con Esperanza Aguirre y con Gallardón, con Cifuentes y Carmena y así sigue siéndolo con Ayuso y con Almeida.
–¿Por qué la izquierda trata de instalar el marco de que el PP es un partido homófobo?
–La izquierda se da cuenta que algunas banderas que han creído que eran suyas, no son de nadie en concreto. Son de todos. Se están empezando a dar cuenta de que pierden un espacio que solo les corresponde a los ciudadanos, el de la defensa de las libertades y cuando no saben cómo criticar al contrincante, tiran de lo emocional sabiendo que intentando construir ese discurso falso de odio llegan a esas personas con miedo.
–¿Se siente protegido por la izquierda?
–Yo me siento protegido por haber nacido en España, y cuando desde la izquierda se me juzga por ser quien soy y por formar parte del PP, siento cierta pena porque, de algún modo, es volver al pasado y repetir las exclusiones que por ser gay tuve de adolescente. Y eso, a veces, me llega desde la extrema izquierda por pertenencia a un partido en el que según ellos no debería militar por ser gay.
–¿Le han rechazado por su condición sexual, dentro o fuera de la política?
–Dentro, jamás. Fuera sí, cuando era adolescente. Durante muchos años tuve que escuchar cómo me llamaban marica o cuando era consejero de Cultura y no me permitían encabezar la marcha del Orgullo LGTBI por ser del PP. Lo que pasa es que yo ante estos ejemplos de exclusión no me meto en grandes líos. En el PP jamás nadie me ha tratado diferente, ni mejor, ni peor por ser gay. Siempre he sido tratado con respeto. –¿Hay suficientes normas para perseguir la explotación sexual?
–El pacto de estado contra la violencia machista que surge a instancias del PP en 2017, al que se adhieren todos menos Podemos y Bildu. En el punto 257 reconoce la trata de seres humanos y de la prostitución forzada como un ejemplo de violencia machista. Pero es que ya en el 2005 la ley contra la violencia machista de la Comunidad de Madrid hacía este mismo reconocimiento. Antes de que Carmen Calvo fuera purgada, ya estaba en conversaciones con Cuca Gamarra para trabajar en una ley integral contra la trata. En el mundo, 42 millones son víctimas de la trata, en su mayoría mayoría mujeres y niñas y el 95% de las mujeres prostituidas en España nos víctimas de trata. No solo son víctimas de la violencia machista que se ejerce sobre ellas por el hecho de ser mujeres, sino que les son vulnerados todos sus derechos. Hay que erradicar esa lacra. Me sorprende que en partidos que dicen defender las libertades como Más Madrid, haya quien llame a esas mujeres «trabajadoras sexuales». Son esclavas en pleno siglo XXI.
–¿Hace falta una comisión de delitos de odio como opina el Gobierno?
––A mí lo que me sorprende es que desde el Gobierno se convoque dicha mesa ante un caso que resultó ser falso, que, de no haberlo sido, podía ser motivo para ser convocada. Pero no hay una mesa contra
«El 95% de las mujeres prostituidas en nuestro país son víctimas de trata. Mas Madrid las llama ‘trabajadoras sexuales’»
«El respaldo de Casado a Ayuso está demostrado. Fue él quien la nombró candidata a presidenta de la Comunidad»
los delitos de odio cuando unas niñas que están bajo la guardia y custodia del Consell de Mallorca son prostituidas y ni siquiera se convoca una investigación en el Parlament balear ante un caso que es tan doloroso.
–¿Cómo quedó el recurso del PP ante el TC contra la ley de matrimonios sexuales?
–Yo, como Jaime de los Santos creo que el PP se equivocó llevando esta ley al Constitucional. Me siento orgulloso de formar parte de un país que fue el tercero del mundo en regular los matrimonios igualitarios.
–¿Entiende que a Génova no le parezca bien que Ayuso sea la presidenta del PP madrileño? –Génova nunca ha dicho que le parezca mal. Esta polémica no es real. Si acaso, lo que hay es un desajuste en los tiempos. No he oído ni al presidente Casado ni al secretario general decir que estén en contra de ello. No olvidemos que fue Casado quien la nombra candidata a la presidencia de la Comunidad. ¿Le parece poco apoyo? El respaldo de Casado me parece que está más que demostrado.