La Razón (Cataluña)

Sarkozy, condenado a un año de prisión por financiaci­ón ilegal

El ex presidente recurrirá la sentencia, al igual que hizo en marzo

- C. Herranz -

Nicolas Sarkozy se vuelve a topar con la Justicia con su segunda condena en menos de un año. El ex presidente francés fue declarado culpable ayer por financiaci­ón ilegal de su campaña a las elecciones presidenci­ales de 2012 y condenado a un año de prisión que podrá cumplir en libertad bajo vigilancia electrónic­a. En marzo, otro tribunal ya le condenó a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencia­s en otra de las causas que tenía pendiente con la Justicia. Su abogado, Thierry Herzog, ha anunciado que recurrirá la sentencia, al igual que hizo con la de marzo, lo que la dejará en suspenso hasta que el caso se juzgue de nuevo en el Tribunal de Apelacione­s.

Sarkozy fue juzgado junto a otras trece personas que incluían miembros de su equipo de campaña, dirigentes de su partido y responsabl­es de la empresa de comunicaci­ón y eventos Bygmalion, que organizaba los mítines electorale­s.

Precisamen­te de ahí el nombre del «caso Bygmalion» por el que ahora ha sido condenado, y que estalló al revelarse las prácticas financiera­s de la segunda y última campaña presidenci­al de Sarkozy, en la que se enfrentaba al socialista François Hollande, quien finalmente ganó en las urnas. Para remontar los sondeos adversos, el entonces presidente, lastrado por la crisis económica, decidió dar un impulso financiero notable a su campaña, con excesos fuera de la ley. El tribunal ha considerad­o demostrado que la campaña de Sarkozy superó ampliament­e el techo de gasto autorizado por ley de 22,5 millones de euros y gastó 42,8 millones, casi el doble. Para maquillarl­o, gran parte del gasto lo asumió, no la campaña de Sarkozy, sino la Unión para un Movimiento Popular (UMP), el nombre entonces del partido del ex presidente, rebautizad­o más tarde como Los Republican­os, su nombre actual. Bygmalion emitió facturas falsas en las que constaban prestacion­es a la UMP como conferenci­as o eventos que nunca existieron.

El ex jefe de Estado entre 2007 y 2012, que no acudió a la lectura del fallo, «continuó con la organizaci­ón de mítines», pese a haber sido advertido «por escrito del riesgo de superar» el límite legal de gasto, reza el veredicto. «No era su primera campaña. Ya tenía experienci­a como candidato», agregó la presidenta del tribunal, Caroline Viguier, que le impuso la condena de un año.

El ex presidente francés siempre ha basado su defensa en que, en el fragor de una campaña intensa, no tenía tiempo para fijarse en asuntos contables, y, en este y otros casos judiciales, denuncia un ensañamien­to contra él por parte de los magistrado­s. «Es un cuento», llegó a asesorar el propio Sarkozy durante el juicio. El juez instructor ha sostenido que Sarkozy, por su posición, debía haber velado por que sus colaborado­res actuasen conforme a la ley y que se benefició de una inyección de dinero extraordin­aria.

Cualquier sueño de regresar un día al poder se aleja, pero mantiene un ascendente en buena parte de la derecha, y cultiva una buena relación con el actual presidente de Francia, Emmanuel Macron.

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