Cirugía de la catarata De la independencia de gafas a la visión natural
JEFE DEL SERVICIO DE OFTALMOLOGÍA DEL HOSPITAL SAN RAFAEL DE MADRID Y DIRECTOR MÉDICO DEL INSTITUTO OFTALMOLÓGICO DE MADRID
“El problema de operar defectos de refracción con láser cuando ya ha aparecido la vista cansada es que no se va a poder eliminar el uso de gafas a todas las distancias”
“Las lentes monofocales avanzadas casi dan la independencia total de gafas y sin ninguna alteración luminosa por la noche”
Más o menos, es de dominio público que las cataratas son un problema que afecta a la mayoría de las personas mayores. Pero poca gente sabe que nos afectan a todas las personas, que pueden aparecer a cualquier edad, incluso en niños y que son la causa de la aparición o modificación de las dioptrías, incluyendo la vista cansada, a partir de los cuarenta años. Conversamos sobre este tema con el Dr. Mariano Royo, Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital San Rafael de Madrid y Director Médico del Instituto Oftalmológico de Madrid Quizás es mejor que empecemos por el principio: ¿qué es la catarata?
En el ojo tenemos una lente llamada cristalino que nos permite enfocar las imágenes mientras tiene flexibilidad, actuando como una lupa fina para ver de lejos o como una lente gruesa para ver de cerca. Para que todo el mundo lo entienda, esta lente puede adoptar la forma de una lenteja o un garbanzo según nuestras necesidades.
Y supongo que con el tiempo va perdiendo flexibilidad, ¿verdad?
Así es. Cuando el cristalino pierde esta flexibilidad, es cuando aparece la vista cansada… Y la vista cansada no es otra cosa que la fase inicial de la catarata. La evolución de la catarata se inicia con la vista cansada a partir de cierta edad (aproximadamente sobre los 40 años) en la que el cristalino va perdiendo la capacidad de enfocar las imágenes cercanas; la catarata aparece cuando el cristalino deja de ser precisamente eso, cristalino, transparente.
¿Y podemos hacer algo para prevenirlo?
No, es un proceso por el que pasaremos todos, pero cada persona a su momento: empezamos con vista cansada y aparecen las dioptrías de cerca. A partir de los 50, el cristalino se hace más denso, incluso aparecen dioptrías escondidas que el cristalino compensaba. A partir de los 60, los cambios en la densidad del cristalino provocan variaciones cada vez más frecuentes de las dioptrías (que se suman o se restan a las que ya teníamos) y debemos ir cambiando de gafas cada vez con más frecuencia. Y, finalmente, a partir de los 70 con la perdida de transparencia del cristalino que cada vez es más evidente, aparece la catarata y la única solución es la cirugía.
De acuerdo: tengo 40 años, llevo gafas para compensar la hipermetropía y el astigmatismo y empiezo a notar la vista cansada… ¿Paso por el quirófano para operarme con láser?
El problema de operar defectos de refracción con láser cuando ya ha aparecido la vista cansada o está a punto de hacerlo, es que no se va a poder eliminar el uso de gafas a todas las distancias, y aun en el caso de que se pudiera, la misma evolución de la catarata hará que volvamos a necesitar gafas al poco tiempo de la cirugía láser. En este caso, sería bueno contemplar la posibilidad de que a partir de los 45-47 años el ojo reúne las condiciones óptimas para recibir una cirugía actuando en el cristalino envejecido y sustituyéndolo por una lente intraocular que nos independiza de las gafas a todas las distancias y con efecto permanente.
¿Pero las lentes intraoculares no daban algunos problemas?
Desde que aparecieron las lentes intraoculares, la dependencia de las gafas ha ido disminuyendo tras la cirugía de las cataratas según ha ido mejorando la tecnología. Pero la total independencia de las gafas a todas las distancias solo se consigue con lentes multifocales, y todas ellas provocan fenómenos luminosos no deseados en cuanto baja la luz que nos rodea (tarde/noche) y, además, para conseguir una visión óptima necesitan más luz que las lentes monofocales (de un solo foco) tradicionales. Lo malo de que tengan un solo foco es que necesitan la ayuda de gafas para poder ver en distancia intermedia (ordenador) y cerca (teléfono móvil o libro).
Hace unos tres años aparecieron lentes monofocales avanzadas que, tras implantarlas en la cirugía de la catarata, nos daban independencia de gafas, no solo en visión lejana, sino también en intermedia, y solamente se precisaban gafas para leer de cerca (libro/móvil). Estas lentes supusieron un gran avance en la consecución de la, tan deseada, independencia parcial de gafas y, además, con una visión completamente natural. Sin ningún tipo de alteración luminosa por la tarde/noche.
Así veo que han mejorado mucho…
Sí. Pero es que hace un año apareció, de la mano de la firma RAYNER, una lente monofocal avanzada con un diseño especial que nos proporciona un foco extendido que da independencia completa de gafas para conducir y para ver el ordenador y, además, necesita menos dioptrías para la lectura. Es decir; CASI dan la INDEPENDENCIA TOTAL DE GAFAS y sin ninguna alteración luminosa por la noche. Nos dan la tan deseada VISION NATURAL con independencia casi completa de gafas. Hasta el momento son la mejor alternativa a las lentes multifocales más avanzadas. Porque no olvidemos que no todas las personas son candidatas a estas lentes multifocales complejas que, aunque nos dan la independencia completa de gafas, tienen halos luminosos por la noche, requieren unas condiciones especiales del ojo, del paciente y del cirujano. Pues es difícil utilizarlas con resultados óptimos si no es en manos de un especialista en cirugía refractiva.