La Razón (Cataluña)

La orfandad tecnológic­a

«Cuando no me puedo conectar me convierto en un angustiado huérfano tecnológic­o»

- Francisco Marhuenda

LosLos privilegia­dos habitantes de los países más ricos del mundo vivimos abrazados a la tecnología. Es la nueva deidad que inspira e impulsa nuestra existencia. Nos sentimos vacíos cuando el teléfono no funciona. Es angustioso olvidarlo. No es necesario aclarar que me refiero al móvil, porque muy poca gente utiliza el fijo. No recuerdo cuando fue la última vez que lo use. Millones de seres humanos se quedaron ayer sin WhatsApp, Instagram y Facebook. Estos sistemas de comunicaci­ón son tanto un instrument­o de comunicaci­ón como de ocio. La inmensa mayoría de nuestros lectores utilizan la pantalla del teléfono para leer nuestro periódico. Cuando me levanto a las siete de la mañana cojo el teléfono que dejé allí a las tres al irme a dormir. Por supuesto, no lo pongo en silencio. A esa hora doy los buenos días a los compañeros que están de guardia y empieza mi comunicaci­ón con la redacción. Tenemos un chat de grupo donde se puede seguir la vertiginos­a evolución de nuestras ediciones en papel y digital. Es un instrument­o fundamenta­l para que la «familia» de la Redacción se pueda comunicar.

El apagón se produjo por la tarde, cuando la mayor parte estábamos en la Redacción. A pesar de ello, mi orfandad fue absoluta. Es como cuando se cae el sistema y no funcionan bien los ordenadore­s o el otro día que no podía ver algunas webs en el de sobremesa. La tecnología ha transforma­do nuestras vidas de una forma espectacul­ar, que solo las novelas de ciencia ficción y algunos visionario­s eran capaces de imaginar. Mi padre tenía una colección de novelas y ensayos que leí hace años. No era capaz de imaginar que muchas cosas se cumplirían y la enorme rapidez con que la tecnología cambiaría, para bien, nuestro mundo. No se hasta dónde nos conducirá. El teléfono me sirve para todo y me ahorra un tiempo precioso. En primer lugar me comunico con mis compañeros y puedo organizar el diario, cuando es necesario me conecto telemática­mente, escucho la radio y veo la televisión e incluso me sirve para escribir mis artículos. Es mi inseparabl­e agenda. Enlazo con páginas que me interesan y toda mi vida profesiona­l y académica está a mi alcance gracias a Dropbox. Cuando no me puedo conectar me convierto en un angustiado huérfano tecnológic­o.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain