Conservadores y verdes alemanes escenifican sus diferencias
Las negociaciones para formar el tripartito que dirigirá Alemania continuaron ayer, una semana después de las elecciones, con un encuentro entre los jefes de los partidos que quedaron segundo y tercero, Armin Laschet y Markus Söder por la Unión cristianodemócrata de CDU y CSU, así como Robert Habeck y Annalena Baerbock por Los Verdes. Tras la conversación de unas dos horas y media, hablaron a la Prensa, aunque no desvelaron el contenido de la charla.
Laschet aseguró que su formación cree que «una alianza como ésta tendría un apoyo amplio en la sociedad», en referencia a un Gobierno con los verdes y los liberales. El líder de la CDU aseguró que no habían tratado ningún tema que supusiera una diferencia insuperable. Para Laschet son estas conversaciones extremadamente importantes, ya que sin Los Verdes y los liberales no podría ser canciller. El candidato socialdemócrata, Olaf Scholz, que ganó las elecciones por una leve diferencia, reclama la Cancillería para sí mismo.
«Habría que profundizar, seguro que valdría la pena», aseguró Laschet, que sabe que su partido gobierna con Los Verdes en varios estados, aunque estos también gobiernan en otros lugares con el SPD. Markus Söder (CSU) indicó que ambos partidos se habían acercado en muchos temas en este encuentro, también en la lucha contra el cambio climático, sin concretar nada.
Baerbock, por su parte, puntualizó que había sido «una conversación constructiva y seria». Aseguró que en los temas de la digitalización y la transformación ecológica ambos partidos comparten ideas, pero en otros temas están en posiciones más distantes. La cabeza de cartel de Los Verdes volvió a repetir su mantra favorito de la contienda electoral: que su formación política quiere «una verdadera renovación» para el país.
Los temas en torno a los cuales no se habrían puesto de acuerdo serían, sobre todo, tres. Los Verdes querrían salir del Pacto de Estabilidad europeo, además de relajar la política migratoria y prohibir los motores de combustión antes de 2035. Todo esto, según informaciones publicadas por el periódico «Bild», ya que todos los partidos se han comprometido a no filtrar ni declarar nada sobre las negociaciones que están llevando a cabo desde la semana pasada. En 2017 se tardaron 171 días en formar Gobierno.