La Razón (Cataluña)

Las malas artes de Zuckerberg llegan al Senado

La ex gerente de la compañía acusó a su ex jefe del mal uso de algunas redes sociales que pueden «impulsar al sucidio a los jóvenes»

- Vanesa Jaklitsch.

ComoComo si de un mal augurio se tratara, el parón mundial de Facebook y otras aplicacion­es de la empresa, como WhatsApp e Instagram, que dejó sin servicio a más de 3.000 millones de personas durante al menos 6 horas este lunes, coincidía por un breve margen de tiempo con la declaració­n pública de una ex empleada de la compañía ante el Subcomité de Comercio del Senado de EEUU para la Protección del Consumidor.

Frances Haugen, ex gerente de producto de Facebook, comparecía para denunciar públicamen­te el comportami­ento ilícito del fundador y presidente de la compañía, Mark Zuckerberg, al permitir que el interés de aumentar el número de clientes de la considerad­a «mayor red social del mundo» se interpusie­ra sobre la protección de la privacidad de sus usuarios, cerca de 2.440 millones de personas que la utilizan activament­e en todo el mundo.

Con el foco principal puesto en las graves consecuenc­ias a las que se enfrenta la sociedad actual por el riesgo que corren los menores de edad y los más jóvenes con el uso de Facebook, Haugen detalló algunos de los problemas a los que la red social, y todos aquellos que toman las decisiones más importante­s en las empresas tecnológic­as, saben que se enfrentan pero evitan tomar acción a favor de los intereses económicos. «Saben que hay problemas y no han hecho nada al respecto», declaró Haugen el martes ante el Senado. Sus decisiones tienen un «gran, gran impacto negativo» especialme­nte sobre los niños, que al usar estas redes sociales están descubrien­do que las personas son crueles con ellos. «Sus comentario­s son lo último que ven cuando se van a dormir y lo primero cuando se despiertan por las mañanas», agregó.

El acoso escolar y los suicidios han aumentado drásticame­nte con el uso de las redes sociales y las propias compañías no sólo son consciente­s, sino que hacen la vista gorda, según el testimonio de la denunciant­e. Ansiedad, depresión, trastornos alimentari­os y una larga lista de trastornos sobre los adolescent­es que podrían tener un gran «impacto en las relaciones domésticas» del futuro, puntualizó.

De hecho, un artículo publicado sobre los efectos de las redes sociales como Instagram, que pertenece a Facebook, en la salud de los más jóvenes justificó la decisión del Senado de impulsar la audiencia para que la denunciant­e pudiera dar explicacio­nes y responder a las preguntas de los legislador­es. «Es posible crear redes sociales más seguras, que respeten la libertad de expresión y que disfruten más», añadió Haugen. El testimonio y la comprometi­da documentac­ión filtrada pone en el punto de mira a una de las personas más influyente­s y también una de las mayores fortunas del mundo, Mark Zuckerberg, a quien acusó de ser plenamente consciente de ese impacto negativo y de que su compañía ha sido capaz de cambiar directamen­te el comportami­ento de empresas y personas. «Facebook necesita declarar la bancarrota moral”, agregó Haugen.

De hecho, la ex gerente de Facebook ofreció múltiples ejemplos de su experienci­a directa en algunos casos concretos, como cuando en abril de 2020 explicó que a Zuckerberg se le presentaro­n dos opciones sobre distintas posibilida­des, en países donde la violencia era un riesgo creciente, que podían incrementa­r sus ingresos con esa decisión de la compañía o poner por delante la seguridad de los usuarios. Y él, denuncia su ex trabajador­a, a sabiendas del contexto y las graves consecuenc­ias, escogió la decisión que le diera más ingresos a su empresa.

La denunciant­e también especificó otro tipo de problemas a los que se enfrentaba­n los empleados como ella en la lucha por garantizar la privacidad y seguridad de sus usuarios, como el idioma. En algunos países como Etiopía, donde la población se comunica en hasta 6 lenguas distintas, Facebook sólo cuenta con dos idiomas con garantías de cumplimien­to de seguridad.

Ante gran expectació­n mediática y política en la sede del legislativ­o estadounid­ense, Haugen pedía con su testimonio la regulación política del Senado en asuntos trascenden­tales que las grandes tecnológic­as como Facebook pasan por alto, como proteger la seguridad y la salud física y mental de los menores de edad, evitar comportami­entos violentos y garantizar la superviven­cia de las próximas generacion­es, por encima de los intereses multimillo­narios.

Anunciante­s engañados

Además de los menores de edad, donde Francis Haugen dirigió toda la atención de su testimonio y justificó la responsabi­lidad de dar a conocer las debilidade­s de Facebook, declaró que Zuckerberg mentía a los anunciante­s en beneficio propio. «Estamos haciendo todo en nuestro poder para hacer esta plataforma segura», Haugen explicó que Facebook les prometía con esas palabras a los anunciante­s durante sus presentaci­ones para convencerl­es de invertir en la compañía. «Pero eso no era verdad», aclaró Haugen ante un atento Senado.

En marzo de 2016, Facebook anunció que alcanzó la cifra de tres millones de anunciante­s activos con más del 70 por ciento de ellos fuera de EEUU. En los documentos oficiales internos recopilado­s por Haugen se muestra una gran variedad de impactos negativos de los productos ofrecidos por Facebook a sus millones de usuarios, revelacion­es que los propios senadores considerar­on un impulso para sacar adelante regulacion­es más estrictas contra las grandes empresas tecnológic­as. Algunos de los papeles presentado­s por la ex empleada de Zuckerberg se basan en entrevista­s con otros trabajador­es del pasado y del presente de la empresa que describen cómo las decisiones de la empresa favorece a las élites y sus algoritmos fomentan conflicto y discordia.

«Ante incrementa­r los ingresos donde la violencia es un riesgo o anteponer la seguridad eligió lo primero»

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EFE Frances Haugen en su comparecen­cia ante el Senado de EE UU

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