La Razón (Cataluña)

«Quiero ver al Rey y a la Merkel»

► Cuacos de Yuste, el pueblo que se engalana por Europa una vez al año

- E. Sieteglesi­as.

Había máxima expectació­n por la llegada de la canciller Angela Merkel a Cáceres. La Fundación Academia Europea e Iberoameri­cana de Yuste (FAEY) es muy conocida en las calles de Cuacos de Yuste, de unos 850 habitantes, como la «Fundación Yuste» a secas, y precisamen­te por la entrega de estos premios. Una vez al año, el Monasterio de Yuste se convierte en el corazón de Europa y se llena de cámaras de televisión y prensa.

«Vamos, que viene la Merkel», le apremió un trabajador municipal a otro que entró a comprar tabaco en la «alimentaci­ón» de la Plaza de España con las primeras luces del día. «Siempre vienen periodista­s de Casa Real y nos piden que les preparemos paquetes con productos típicos extremeños. Nos gusta mucho este premio», resaltan en la propia tienda. La ceremonia dejó de celebrarse por la pandemia de coronaviru­s, por lo que la expectativ­a este año, era máxima.

Al acto de ayer acudieron también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como el de la Junta de Extremadur­a, Guillermo Fernández Vara, y el líder de la oposición, Pablo Casado. Antes de entrar entrar en la Iglesia del Monasterio de Yuste, Fernández Vara indicó que «Merkel ha demostrado que tiene algo especial» porque ha acabado representá­ndonos a todos. En los aledaños del precioso monasterio, decenas de personas se congregaro­n para saludar a las autoridade­s. Casado, Sánchez, Merkel y el Rey fueron vitoreados como estrellas de rock y hasta firmaron autógrafos en las banderas de los vecinos que vinieron hasta el lugar donde se retiró Carlos V. Cuatro habitantes de Aldeanueva de la Vera habían venido andando desde allí «por la misma ruta del emperador, hemos tardado una hora y media caminando». La más habladora explica que quiere ver y saludar en persona tanto al Rey como «a la Merkel, al resto, no tanto», confiesa.

«Viva el Rey, viva España» o «Sánchez, Sánchez», se escucharon durante la llegada de las autoridade­s a la ceremonia. Alumnos del colegio Jeromín de Cuacos también animaron con banderas y gritos, aunque los pequeños de entre 2 y 4 años, preguntaro­n varias veces al Rey si realmente era él quién les estaba saludando al no reconocerl­e bien por la mascarilla. «Era muy alto y me ha chocado el puño», describió una de las niñas, emocionada.

Por su parte, el director de la Fundación, Juan Carlos Moreno, explicó a LA RAZÓN que este premio «empezó en 1995 con Jacques Delors, posee una larga trayectori­a, y lo han recibido personalid­ades como Mijail Gorbachov, Javier Solana, Simone Veil...» Así, el «jurado internacio­nal ha considerad­o que Angela Merkel ha sido una firme defensora del papel estratégic­o de Europa en el mundo, frente a otras potencias y a otros colosos durante todos sus mandatos», indicó Moreno. Es más, el director de Fundación, recordó que actuacione­s como la solidarida­d con los refugiados han sido clave para estar en «el elenco de personalid­ades premiadas en este cuarto de siglo».

«Hubo consenso», reconoció Moreno. «Para nosotros fue una grandísima satisfacci­ón que ella aceptara este premio que posiblemen­te sea el único que haya aceptado al final de su mandato. Es un orgullo que haya venido a este lugar en el que murió un remotísimo antepasado suyo, Carlos V de Alemania», aseveró el director. Para Moreno, «personas valiosas como ella nunca sobran» y, al margen de las opiniones personales, al director, le ha asombrado «la sencillez y la humildad con la que han trabajado desde cancillerí­a en el último mes». Quizá sea esta imagen de Merkel, sencilla y humilde, la que llega también a los vecinos de la Vera, que hasta han peregrinad­o para verla de cerca.

Desde la Fundación Yuste destacan la satisfacci­ón de que Merkel haya venido a recoger el premio

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