La Razón (Cataluña)

Unai Emery o el candidato silencioso

El Villarreal es el único invicto de la Liga a pesar de la plaga de bajas que ha sufrido

- Lucas Haurie

Se cierne la novena jornada de Liga, octava para el vigente campeón de la Europa League, con el Villarreal como único equipo invicto de Primera. En diez partidos oficiales, sólo un gol de Cristiano Ronaldo en el minuto noventa y muchos ha tumbado a los chicos de Unai Emery, pues el Chelsea hubo de esperar hasta la tanda de penaltis para embolsarse la Supercopa continenta­l a su costa. Es el quinto español en discordia en la Champions y, opacado por el fulgor de los otros cuatro, nadie cuenta con el Submarino Amarillo en los pronóstico­s ligueros. Y, sin embargo, ojito... Los cinco empates en siete partidos que el Villarreal presenta hasta ahora en Liga lo mantienen en un discreto undécimo lugar en la tabla, aunque una victoria en el choque aplazado de la cuarta jornada –no sería ninguna hazaña ganarle al Alavés en La Cerámica–lo catapultar­ía hasta posiciones europeas. Otros datos, sin embargo, advierten del «peligro amarillo» en la cabeza del campeonato: ha encajado tres goles manteniend­o la puerta a cero en cuatro ocasiones y ha empatado en Madrid frente al Real y el Atlético, en dos visitas que no se saldaron con victoria porque terciaron milagros en beneficio de los capitalino­s. El domingo reciben a Osasuna después que en sus dos últimas comparecen­cias caseras, los compañeros de Yéremi Pino –uno de los adolescent­es de moda del fútbol nacional– liquidasen al pétreo Elche de Escribá (4-1) y al deslumbran­te Betis de Manuel Pellegrini (2-0), en un encuentro que agigantó la figura de Unai Emery ante un entrenador que lo precedió con éxito en el banquillo de La Plana. Ese partido terminó de colocar a Unai Emery en la cúspide de los técnicos del Villarreal. Pellegrini llevó a los amarillos hasta aquella histórica semifinal de Champions contra el Arsenal, la del penalti fallado por Riquelme que hubiese llevado a la prórroga, pero el de Fuenterrab­ía fue, en mayo en Gdansk, el primero que trajo un trofeo hasta Villarreal. En la confrontac­ión directa, frente a un Betis lanzado a la estela del fabuloso Nabil Fekir, que está en la forma de su vida, los castellone­nses vencieron sin paliativos con un tanteo que pudo –debió– ser mucho más amplio de lo que fue. Se temía la visita de los béticos porque a las cuatro bajas tremendas que padecía el Villarreal en ataque –Boulaye Dia, Gerard Moreno, Alcácer y Chukwueze– se agregó la de Albiol, el mariscal de la defensa. Pero no hubo partido: Emery sorprendió a Pellegrini arrebatánd­ole la posesión y enclavando a Trigueros en una posición de falso nueve que descuajeri­ngó al Betis por el eje. El duelo directo entre los dos aspirantes a integrar la aristocrac­ia de la Liga se saldó con un señor repaso.

Buen ojo con los fichajes

Las ambiciones del Villarreal quedaron explicitad­as al final del mercado de verano, que cerró como el club español con mayor gasto en fichajes (casi cincuenta millones de inversión neta). La ejemplar gestión de la familia Roig se sustenta sobre la contención, pero también se permite alegrías de vez en cuando. Sin necesidad de vender a Pau Torres ni a ninguno de sus pilares, Emery vio reforzado su ataque con Boulaye Dia y, sobre todo, Arneut Danjuma, una joya que ya le ha respondido con cinco tantos y muy buenos detalles, conviertié­ndose en el máximo realizador del equipo en ausencia del lesionado Gerard Moreno.

 ?? AP ?? Unai Emery, entrenador del Villarreal
AP Unai Emery, entrenador del Villarreal

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain