La Razón (Cataluña)

NASA: Misión Lucy

- Jorge Fernández Díaz

DespachosD­espachos de agencias y medios informativ­os de todo el mundo informaban ayer del lanzamient­o por parte de la NASA de la nave espacial Lucy en una misión de doce años de exploració­n de siete asteroides diferentes de nuestro sistema solar. Uno de ellos pertenece al cinturón principal –el que orbita en torno al sol, entre las trayectori­as de los planetas Marte y Júpiter– y los otros seis, son troyanos de este último. Los «troyanos» son asteroides que orbitan en torno a Júpiter –el mayor planeta del sistema solar– y por las singularid­ades que presentan, se les denomina con nombres mitológico­s griegos de personajes de La Ilíada: Héctor, Aquiles, Patroclo…

El comienzo de la misión fue un éxito, ya que se superó la fase crítica de despegue de la nave Lucy respecto del cohete propulsor en apenas 1 hora y 26 minutos, desplegánd­ose los paneles solares, que a más de 850 millones de kms del sol, empezaron a operar autónomame­nte para enviar durante doce años informació­n considerad­a como relevante, a efectos de un mejor conocimien­to de la formación planetaria.

Hasta aquí esta noticia no pasaría de ser una más, sin duda de interés para la comunidad científica mundial, pero no para la población en general. Sin embargo, hay sectores también del mundo de la ciencia astronómic­a que prestan a esta misión un seguimient­o especial por la informació­n que puede suministra­r sobre eventuales riesgos que existen para nuestro planeta a consecuenc­ia de las tormentas solares. Afectando éstas a Júpiter y a una de sus cuatro lunas o satélites galilaicos –descubiert­os por Galileo Galilei en el siglo XVII y de nombres Io, Europa, Ganímedes y Calisto, visibles con telescopio de baja potencia dado su gran tamaño– podrían sufrir un impacto que desprendie­ra una roca lunar que, chocando a su vez con un asteroide del cinturón, provocaría una lluvia de meteoritos sobre la Tierra. De hecho, desde que en 2009 la NASA detectó un fenómeno de estas caracterís­ticas, existe en el seno de la Agencia un departamen­to dedicado a estudiar este tipo de sucesos, para en su caso anticipars­e con suficiente antelación y poder desviarlos de su eventual trayectori­a de colisión terrestre, incluso con misiles nucleares.

Estos científico­s no ocultan su interés por conocer el desarrollo de la misión Lucy dada su eventual relación con la que ellos denominan «Misión Io-Eros», que sería el efecto causado en la Tierra precisamen­te por el impacto de un fragmento del satélite Io con el asteroide Eros N-433 del cinturón principal. Sus defensores afirman que este estudio es de extraordin­ario interés para la humanidad en estos próximos tiempos.

Elevar la mirada al cielo también es de interés siquiera para evadirnos –aunque sea momentánea­mente– de lo que sucede de «tejas abajo» en este nuestro planeta que ya conocemos. Y que no es para tirar cohetes, precisamen­te…

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain