La Razón (Cataluña)

La CDU busca un nuevo líder tras su debacle electoral

► Tras 16 años en el poder, el partido inicia su renovación interna con la vista puesta en los jóvenes y las mujeres, pero sin un claro favorito para conducirlo durante la travesía del desierto en la oposición

- Rubén G. del Barrio

ElEl partido de Angela Merkel, la Unión Cristianod­emócrata (CDU), continúa en crisis tras el devastador resultado de las elecciones federales del 26 de septiembre. Con un 24,1% de los votos, la formación conservado­ra fundada por Konrad Adenauer tras la Segunda Guerra Mundial logró el peor resultado de su historia, lo que deja al partido en un limbo político tras la marcha de la canciller.

La renovación de la CDU en términos de contenido y liderazgo es inevitable aunque la pregunta es, ¿quién podría desempeñar ese papel? Desvanecid­as las opciones para formar parte de una coalición de Gobierno tras los avances de socialdemó­cratas, liberales y verdes para formar un tripartito, su líder, Armin Laschet, reconoció la semana pasada que está listo para irse, aunque no sin antes moderar un proceso de transición que evite una lucha de poder que pueda resultar en la escisión del partido. Ayer, Laschet, entonó el «mea culpa» ante las juventudes conservado­ras en el congreso federal en Muenster. Reconoció toda la responsabi­lidad de la debacle electoral en los comicios, que describió como un «resultado amargo» tras años de éxitos bajo la canciller saliente, Angela Merkel.

Los democristi­anos han presentado ya un nuevo cronograma para su junta ejecutiva que, sin embargo, no ha hecho calmar los ánimos en el seno de una formación que está más ocupada tratando de dilucidar quién deberá tomar las riendas para iniciar el cambio generacion­al.

Hasta ahora, aquellos que se han posicionad­o optan por un nuevo rumbo para la formación que no obstante, no repercute en nada novedoso para la CDU. Incluso la elección de un nuevo líder no lleva implícito la reforma del partido. Tobias Hans, primer ministro del Estado de Sarre, habla más de encontrar un «nuevo sonido» para dar una nueva vida a la formación que gobernó en las cuatro últimas legislatur­as. Y 52

de los 72 años de la historia de la República Federal de Alemania.

Lo que parece claro es que la dirección del partido debe ser reelegida. Una posibilida­d que, auspiciada por la generación más joven de la CDU, adquirió más peso en los últimos días, pero que esconde tras de sí un complejo proceso que, siguiendo el protocolo de la junta, requiere de una primera conferenci­a de presidente­s de las distintas circunscri­pciones, detrás de la cual el comité federal elija a sus miembros y la fecha para celebrar un congreso federal.

De no haber retraso, la CDU podría nombrar al sucesor de Laschet a principios de 2022. Un previsible relevo que se producirá cuando tal vez no lleve ni un año en el cargo, al que llegó el pasado enero tras imponerse como representa­nte de la vía centrista al ala más derechista del grupo. El presidente de Renania del Norte-Westfalia sucedía a Annegret Kramp-Karrenbaue­r, elegida en 2018 como teórica sucesora de Merkel, pero que tiró la toalla un año después al ser cuestionad­a en su liderazgo tras la crisis desatada en Turingia al sumar sus votos con los de la ultraderec­hista Alternativ­a para Alemania (AfD). No obstante y para esta ocasión, se reclama una mayor representa­ción de las mujeres. A pesar de la figura de la canciller, la «Union Frauen» (la representa­ción de las mujeres en la CDU) ha sido la primera en dar un golpe en la mesa y sus integrante­s anuncian una conferenci­a para dejar claras sus intencione­s. «Desde hace años hay una presencia insuficien­te de la mujer tanto en el Parlamento como en el partido», recordó la vicepresid­enta del grupo conservado­r en el Bundestag, Nadine Schön.

La larga etapa bajo la jefatura de una mujer «ha sido buena para el partido», añadió Schön en declaracio­nes al diario «Rheinische Post». No se trata ahora de pretender que la presidenci­a y demás puestos de la cúpula sean para otras mujeres, sino de hacer lo necesario para que éstas estén «equitativa­mente representa­das en todas las estructura­s políticas». De hecho, para la nueva jefatura se barajan una decena de potenciale­s aspirantes, todos ellos hombres, desde el eterno enemigo interno de Merkel, el derechista Friedrich Merz, al ministro de Sanidad, Jens Spahn, o el experto en política exterior y miembro de la Presidenci­a, Norbert Röttgen.

A estos tres hombres, que ya aspiraron sin éxito a la presidenci­a, se suman otros de las distintas familias internas democristi­anas, pero ninguna mujer. La propia Schön logró su escaño en el nuevo Bundestag después de que renunciara al suyo Kramp-Karrenbaue­r. La aún ministra de Defensa de Merkel adoptó esa decisión, como también hizo el titular de Economía, Peter Altmaier, para ceder el paso a colegas más jóvenes que quedaron sin escaños.

Sobre Merz, la formación conservado­ra no descarta que vuelva a postularse como presidente. A pesar de que ya fracasó en 2018 y en 2021 contra Kramp-Karrenbaue­r y Laschet, su imagen sigue levantando simpatías especialme­nte en los círculos más conservado­res de la formación que, todavía hoy, le siguen pidiendo un nuevo intento. No obstante, Merz tiene 65 años y, por lo tanto, no representa exactament­e un cambio generacion­al. La edad lo conecta directamen­te con Röttgen. A sus 56 años, tampoco representa un nuevo comienzo, a pesar de que como ministro de Medio Ambiente bajo la dirección de Merkel adquirió una buena experienci­a, lo que suma puntos para que algunos le miren con buenos ojos dentro de la CDU.

Spahn cuenta asimismo con importante­s posibilida­des. El político de 41 años compitió y perdió contra Kramp-Karrenbaue­r y Merz en 2018, tampoco –y como ministro de Sanidad– las tuvo todas consigo en lo que se refiere a la gestión de la pandemia. Con todo, se le considera un hombre del futuro y un conservado­r moderno.

Hay más candidatos. Algunos miran a Carsten Linnemann. Con 44 años, el también experto en economía es considerad­o ambicioso y talentoso. Otros apuntan a Ralph Brinkhaus, el líder parlamenta­rio conservado­r que, tras las elecciones, fue reelegido con el 85% de los votos. El primer ministro de Sajonia, Michael Kretschmer, también podría desempeñar un papel más importante. Tiene 46 años y el apoyo de las delegacion­es de la CDU en el Este, donde los democristi­anos se han visto desplazado­s por AfD. La CDU en Sajonia logró un resultado pobre en las elecciones.

Otros posibles aspirantes ya han dicho que no: el primer ministro de Schleswig-Holstein, Daniel Günther, no quiere postularse. «Estoy dispuesto a ayudar con la reorganiza­ción, pero no desde la primera línea», aseguró en una entrevista a «Die Welt». Tampoco el presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble, quiere desempeñar un papel de liderazgo en su partido.

Laschet quiere liderar la transición para evitar que las divisiones internas desgarren el partido

Ayer asumió toda «la responsabi­lidad como candidato a canciller», durante el congreso de las juventudes

 ?? AP ?? El actual líder de la CDU, Armin Laschet, ayer, durante un encuentro con las juventudes conservado­ras del partido en Muenster
AP El actual líder de la CDU, Armin Laschet, ayer, durante un encuentro con las juventudes conservado­ras del partido en Muenster

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain