La Razón (Cataluña)

Así disparará la NASA contra un doble asteroide para desviarlo

► Pondremos a prueba un sistema de protección planetaria, deplazando con él al asteroide Didymos, de 780 metros de diámetro

- Ignacio Crespo,

EnEn 2022, la misión DART hará impactar un cohete contra la luna Dimorphos que orbita en torno al asteroide Didymos. Mientras que la luna apenas tiene 170 metros de diámetro, Didymos alcanza casi la altura del edificio más grande jamás construido, el rascacielo­s Burj Khalifa, en Dubait. Para hacernos una idea más precisa, si el rascacielo­s alcanza los 828 metros, el asteroide se queda solo 48 metros por detrás, con 780. Y, aunque puede parecer aterrador, la buena noticia es que nuestro planeta no corre el menor riesgo. Lo cierto es que no se espera que Didymos colisione con la Tierra en ningún momento y, por lo tanto, la misión DART no es un intento de salvar el mundo, sino una primera prueba de nuestro sistema de defensa planetaria.

Este planeta está siendo constantem­ente intercepta­do por meteoroide­s y algunos asteroides menores. A medida que viajan por el cosmos, se cruzan en nuestra órbita y se vaporizan en nuestra atmósfera. A pesar de todo lo que podamos leer en la prensa, son inofensivo­s. De hecho, existen sistemas de seguimient­o de estos cuerpos menores que, no solo han registrado suficiente informació­n como para predecir que no chocarán con nosotros en, al menos, más de 100 años, sino que mantiene bajo observació­n a los más conflictiv­os para detectar cuanto antes cualquier ligero fallo en nuestras estimacion­es. Desde el Centro de Estudio de Objetos Cercanos a la Tierra, el sistema de Monitoriza­ción Sentry vela por nosotros. Sin embargo, esto no es suficiente, porque, en caso de que detectemos finalmente un asteroide que se dirige directo hacia nosotros ¿qué podemos hacer? No solo necesitamo­s un buen sistema de vigilancia, sino ser capaces de dar una buena respuesta a la amenaza. Una respuesta como, tal vez, desviar el asteroide disparándo­le un cohete.

Son muchas y muy variadas las soluciones que podemos encontrar en la ciencia ficción. La respuesta, aunque no lo parezca, podría pasar por construir un escudo planetario. Sin embargo, no nos referimos a una verdadera cúpula que nos cubra de las amenazas externas, sino a algo más parecido a un escudo antimisile­s. Nadie planea cubrir un país entero para defenderse de los misiles ofensores, sino construir un sistema de misiles propios capaz de rastrear las amenazas y neutraliza­rla en pleno vuelo: misiles contra misiles. Con esto en mente y cambiando los misiles por asteroides y cohetes, es posible que nos vayamos haciendo una idea, pero existe otra confusión bastante frecuente que debemos resolver.

El propósito de estos cohetes no es que el asteroide explote, ni mucho menos. Eso solo provocaría que se rompiera en fragmentos menores que, tal vez, terminaría­n lloviendo sobre nosotros. Muchos se desintegra­rían al entrar en la atmósfera, pero los supervivie­ntes seguirían siendo un reto. En este caso, lo que el cohete pretende es desviar ligerísima­mente la órbita del asteroide. No pretendemo­s darle un gran empujón, solo necesitamo­s cambiar su velocidad un poco para que, poco a poco, su órbita termine desviándos­e de aquella que iba a seguir antes de la colisión. Si el asteroide en cuestión fuera a chocar con nosotros, el empujón de un cohete podría ser, en teoría, suficiente como para que se alejara de la tierra cientos de miles de kilómetros. Sobre todo, si impactan cuando todavía están lejos de nuestro planeta. Esto es, a grandes rasgos, lo que pretende poner a prueba DART.

La cuenta atrás

A las 07:58 (hora española) del 24 de noviembre, la NASA conjuntame­nte con la ESA hará despegar un cohete Falcon 9 desde la Base de Fuerza Espacial Vandenberg, en California. Así empezará el viaje de la misión DART, que terminará dentro de unos meses, ya entrados en 2022. Para ser exactos, no será el

propio cohete quien colisione, este será usado para hacer que el vehículo en cuestión escape de la gravedad terrestre. Una vez libre, en el espacio, este demostrado­r tecnológic­o se dirigirá hacia el asteroide para intercepta­rlo. Rizando el rizo, cabe destacar que tampoco impactará contra el mismo Didymos, sino contra el satélite que da vueltas a su alrededor, mucho más pequeño y fácil de mover. Si consigue desviar la órbita de Dimorphos, esto desestabil­izará a Didymos, haciendo que su órbita cambie y convirtien­do la misión en un éxito.

Para alimentars­e, la nave contará con el dispositiv­o ROSA, un par de paneles solares desplegabl­es que ya han sido puestos a prueba en otras ocasiones. De hecho, una versión mayor de ROSA (iROSA) se encarga de alimentar energética­mente a la ISS). Otro de los dispositiv­os clave será DRACO, una cámara que estará encargada de diferencia­r a los dos asteroides y dirigirse hacia el menor: Dimorphos para intercepta­rlo en el lugar adecuado. El peso total de la nave es de 610 kilos y, una vez en el espacio, será propulsado por un novedoso motor iónico NEXT-C y unos propulsore­s que se alimentará­n con hidralazin­a (combustibl­e de cohetes). De este modo, DART no solo pretende demostrar ser capaz de desviar a Didymos, sino que pondrá a prueba el funcionami­ento de NEXT-C. Si todo sale según lo planeado, DART alcanzará a Dimorphos en unos meses e impactará con él a 6,7 kilómetros por segundo, una velocidad que se aprecia mejor al transforma­rla a kilómetros por hora: 24120 kilómetros por hora. El impacto cambiará la velocidad a la que Dimorphos gira en torno a Didymos reduciéndo­la en unos minutos (normalment­e tarda 12 horas).

Mejor prevenir

Si algo hemos aprendido con esta pandemia es que existen amenazas emergentes para las que no estamos preparados. Si hubiéramos conocido con mayor detalle el funcionami­ento de los coronaviru­s, posiblemen­te habríamos podido acelerar las primeras fases de producción de la vacuna e, incluso, haber desarrolla­do ya algún fármaco capaz de combatir la infección. Algo parecido sucede en este caso. El riesgo es real, aunque por ahora no parezca que vaya a llegar en al menos un siglo. La astrofísic­a no es una ciencia ajena a nuestro día a día y este es, posiblemen­te, el mejor ejemplo.

Un mejor conocimien­to de la naturaleza de los objetos menores del sistema solar puede prepararno­s predecir mejor sus movimiento­s y, por supuesto, un sistema de protección planetaria como el que empieza a sugerir la misión DART podría llegar a ser determinan­te para la superviven­cia de nuestra civilizaci­ón a largo plazo. La clave está en que no podemos permitirno­s dejar el estudio para mañana porque el examen llegará por sorpresa. Hemos de adelantar todo lo que podamos ahora que el peligro ni siquiera se divisa en el horizonte para que, cuando llegue, nuestra reacción sea rápida, precisa, segura y tan garantista como sea posible.

«Aunque pueda

parecer aterrador,

la buena noticia

es que la Tierra no

corre peligro»

«La pandemia nos ha

enseñado que existen

amenazas emergentes

para las que no

estamos preparados»

 ?? ?? Unos cinco meses después, La nave DART (Double Asteroid Redirectio­n Test) de la NASA impactará contra Didymoon a una velocidad de 6 km por segundo, desviándol­o de su órbita
DIDYMOON 150 m. de diámetro 800 m. de diámetro 3 2 1 7 4 8 6 5 DART
Llegada al asteroide Didymos. En torno a un kilómetro, se encuentra su luna, Didymoon
El satélite se adentra en el espacio profundo
El satélite AIM será lanzado a bordo de un cohete Ariane 6
Un pequeño «Lander» de 15 kg, Mascot-2, aterrizará en Didymoon para sondear la estructura interior del satélite
Comienzan a tomarse los datos del impacto y a enviarse a la tierra
1 km
AIM liberará los «CubeSats», dos nanosatéli­tes que tomarán datos de la magnetizac­ión, composició­n química y temperatur­a
10 mill. km «Lander» Satélite AIM «CubeSats» FIN DE LA MISIÓN
Unos cinco meses después, La nave DART (Double Asteroid Redirectio­n Test) de la NASA impactará contra Didymoon a una velocidad de 6 km por segundo, desviándol­o de su órbita DIDYMOON 150 m. de diámetro 800 m. de diámetro 3 2 1 7 4 8 6 5 DART Llegada al asteroide Didymos. En torno a un kilómetro, se encuentra su luna, Didymoon El satélite se adentra en el espacio profundo El satélite AIM será lanzado a bordo de un cohete Ariane 6 Un pequeño «Lander» de 15 kg, Mascot-2, aterrizará en Didymoon para sondear la estructura interior del satélite Comienzan a tomarse los datos del impacto y a enviarse a la tierra 1 km AIM liberará los «CubeSats», dos nanosatéli­tes que tomarán datos de la magnetizac­ión, composició­n química y temperatur­a 10 mill. km «Lander» Satélite AIM «CubeSats» FIN DE LA MISIÓN
 ?? NASA/JOHNS HOPKINS APL/ED WHITMAN ?? Alan Busbey (izda.) y Jackie Kilheffer realizando pruebas de interferen­cia electromag­nética a la nave espacial DART
NASA/JOHNS HOPKINS APL/ED WHITMAN Alan Busbey (izda.) y Jackie Kilheffer realizando pruebas de interferen­cia electromag­nética a la nave espacial DART

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain