ERC marca perfil y exige concreciones antes de negociar los Presupuestos
► Junqueras exhibe su tono más beligerante, reivindica ante el independentismo su papel central y avisa al Gobierno de que puede rechazar las cuentas si no cumple con las inversiones
Barcelona-Valencia¿Madrid?.Barcelona-Valencia¿Madrid?. Mientras el PSOE de Pedro Sánchez descorchaba su Congreso Federal más plácido para poner rumbo a 2023, Esquerra reunió ayer su Consejo Nacional –el órgano más importante entre cónclaves- en el centro de la capital catalana para marcar perfil propio, valorar los primeros pasos del Govern Aragonès y conjurarse ante un independentismo siempre convulso en Cataluña. En el horizonte están los Presupuestos Generales del Estado (PGE), cuya aprobación depende en gran parte de los republicanos. Y conscientes de este poder, ERC quiere empezar la negociación con un serio aviso: «El Gobierno español debería haber aprendido que no es la primera vez que nos vemos obligados a tumbar unos presupuestos». Un mensaje antes de empezar a negociar también dirigido al propio independentismo, dividido entre las arengas de Junts, más partidario de la confrontación y de ir preparando un nuevo embate, y la vía posibilista y negociadora de Esquerra. Y es que los republicanos quieren poner el acento en su exigencia de que se cumplan los planes pendientes –especialmente en materia ferroviaria, con el punto de mira puesto en Cercanías– para dar el visto bueno a la aprobación de las cuentas. También en la protección del catalán en la futura ley del audiovisual o en su reclamación para una entente futura con la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, como ha reiterado esta semana el partido, de momento en el «no» público e inicial a los Presupuestos pendientes de negociar, una predisposición firme por parte de los republicanos para lograr importantes contrapartidas para Cataluña. El aviso llega tras una semana en la que se han dado a conocer las cifras macroeconómicas de los presupuestos, las inversiones derivadas y el plan concreto del Gobierno para Cercanías, un claro guiño de la Moncloa dirigido a los republicanos para acabar logrando su apoyo en el Congreso. En concreto, a Rodalies irán destinados 679 millones de euros de ADIF, 164 millones de RENFE y 1,3 millones de euros de Transportes. En total, son 844 millones de euros, a los que se tienen que sumar otros 110 millones de euros adicionales de RENFE. Entre la inversión de ADIF y RENFE suman más de 840 millones de euros, que es más del 30% del total de las inversiones destinadas a Cataluña (2.230 millones de euros). «Nosotros -indicó Junqueras- no aprobamos, no damos apoyo a los presupuestos de ninguna formación concreta, de ningún gobierno concreto, damos apoyo a los que son buenos para la sociedad y es evidente, que a estas horas, queda mucho camino por recorrer para hacer posible nuestro apoyo, mucho». Y para redoblar sus exigencias, amenazan y recuerdan el no de ERC a principios de 2019 a las cuentas de Sánchez que derivó en elecciones. Una posición de máximos, de tacticismo político antes de empezar a negociar una relación de la que también depende la mesa de diálogo con Pere Aragonès a la cabeza. También Junts quiso fijar ayer su posición ante los Presupuestos: el vicepresidente Jordi Puigneró exigió entre críticas «garantías» y concreciones. «No podemos aprobar unos presupuestos mágicos que después no se cumplen», advirtió en declaraciones a TV3 recogidas por Europa Press. Los posconvergentes exigen a ERC negociar en un frente común.
El mensaje también va
dirigido a Junts, que
recela abiertamente de
su estrategia y pide un
frente común