El mercado castiga a Ribera
¿Tiene sentido tomar medidas temporales para abaratar la luz?
En su reciente informe sobre las medidas de actuación y apoyo para hacer frente al aumento de los precios de la energía, la Comisión Europea reconocía que «a medio plazo, las fluctuaciones de precios pueden continuar y no puede descartarse que más adelante se produzcan fuertes cambios de manera temporal». Bruselas no rebaja hasta abril la tensión, que en cualquier caso dejará los precios por encima de los previos una vez pasada la tormenta eléctrica.
¿Se equivoca la ministra Ribera con su intervención del mercado y la confiscación de beneficios a las eléctricas?
De nuevo la Comisión Europea es tajante: Las medidas deben evitar interferir en la dinámica del mercado o amortiguar los incentivos para la transición a una economía descarbonizada. A medio plazo, la respuesta debería centrarse en hacer que la UE sea más eficiente en el uso de la energía, menos dependiente de los combustibles fósiles y más resistente a los picos de precios».
¿Cuál sería la mejor propuesta?
No hay una fórmula mágica, pero ningún país ha optado por castigar a los generadores y suministradores. Entre otras medidas, la Unión Europea propone rebajar la fiscalidad eléctrica, cuyo IVA todavía grava con un 10% la factura, «proporcionar ayuda a empresas o industrias para hacer frente a la crisis, respetando plenamente el marco de ayudas estatales», facilitar un mayor acceso a los contratos de compra de electricidad renovable «más allá de las grandes empresas, también para las pymes», por ejemplo mediante la agregación de la demanda de los usuarios finales de conformidad con las normas de competencia y apoyar los contratos de compra de energía.