Más impuestos que ayer pero menos que mañana
►En 2019, el conjunto de impuestos y cotizaciones sociales suponían el 35,2% del PIB. En 2020, el 37,7%. En 2060, la presión fiscal crecerá en 13,2 puntos, según la OCDE
EspañaEspaña no sólo es el país europeo en el que más ha aumentado la presión fiscal durante la pandemia, sino que será uno de los que más tendrá que aumentarla a lo largo de las próximas décadas para mantener a raya nuestro hiperendeudamiento público. Es decir, todo apunta a que, por muchos impuestos que ya estemos pagando en el presente, vamos a terminar pagando aún más en el futuro. En primer lugar, la presión fiscal española fue la que más se incrementó en 2020 de entre todas las economías europeas. En particular, si en 2019 el conjunto de impuestos y de cotizaciones sociales ascendían al 35,2% del PIB, en 2020 suponían el 37,7%. La razón de este fuerte incremento del porcentaje porcentaje de la economía que termina siendo absorbida por el sector público es que nuestra actividad agregada se redujo más de lo que disminuyó la recaudación: mientras que el PIB se hundió un 10,8%, la recaudación apenas lo hizo en un 5,2%. Es decir, que el Gobierno siguió sangrando a los ciudadanos a un ritmo solo medianamente inferior al de 2019 pese a que la economía se desplomó. Los impuestos, por tanto, se volvieron una losa relativamente más pesada.
En segundo lugar, a medio y largo plazo, esta situación no hará otra cosa que empeorar. De acuerdo con un reciente informe de la OCDE, España será el país de Europa (en realidad, de toda la OCDE) donde más aumente la presión fiscal durante los próxicontrarreforma mos 40 años. Concretamente, la organización internacional anticipa que, en el año 2060, la presión fiscal será 13,2 puntos de PIB superior a la actual (lo que la llevaría a niveles próximos a la mitad de toda nuestra actividad económica). ¿Y por qué razón se incrementará tanto? Tres puntos vendrán causados por el mayor gasto en pensiones, 2,9 puntos se explicará por el incremento del gasto en sanidad y dependencia, mientras que los otros 7,3 puntos se destinarán a otros desembolsos. ¿Existe alternativa al informe fiscal que se está empezando a conformar en nuestro país? De acuerdo con la OCDE, deberíamos impulsar una más profunda liberalización del mercado de trabajo para conseguir que muchos ciudadanos que hoy se hallan fuera del mercado laboral –en ocasiones incluso por propia voluntad– se dirijan a aumentar el volumen de empleo total y, con él, el valor del PIB. Asimismo, la OCDE también propugna retrasar la edad de jubilación para aliviar la carga que recaerá sobre todos nosotros.
Sucede que este Gobierno no parece tener demasiada intención de hacer ni lo uno ni lo otro. Por un lado, Díaz está preparando una laboral (no sin las lógicas fricciones con Economía) que no solo dificultará la creación de empleo sino, a través de ellas, obstaculizará el aumento de la tasa de actividad dentro de nuestro país. Por otro, el Ministerio de Seguridad Social pretende prolongar tímidamente la edad efectiva de jubilación, pero a cambio de reindexar las pensiones al IPC, cebando de ese modo el gasto que alternativamente podría haberse moderado.
En definitiva, el Gobierno ya nos condenó en 2020 a un importante incremento de la presión fiscal (por negarse a ajustar a la baja los impuestos en un contexto de hundimiento económico), pero está sentando las bases para un brutal y devastador incremento de la misma durante las próximas décadas.
España será el país donde más crezca la presión fiscal, pero el Gobierno sigue con las contrarreformas