La Razón (Cataluña)

Cuando el cáncer de mama se convierte en el de mamá

A TU SALUD reproduce un escrito de una niña de 12 años cuya madre lleva desde 2015 en lucha contra este tumor

- BELÉN TOBALINA

Hace precisamen­te un año Arantxa Romera explicaba a este periódico cómo la pandemia de la Covid-19 había frenado la reconstruc­ción de su pecho tras someterse a diferentes operacione­s por el cáncer de mama. «Tengo todo el cuerpo lleno de cicatrices, un seno perfecto y el otro no, pese a los esfuerzos del cirujano», relataba. Tiempo atrás había marcado el mes de marzo de 2020 en su calendario, fecha en la que terminaría con la reconstruc­ción de su pecho. Quería volver a ponerse una camiseta de tirantes. Y, sin embargo, la Covid-19 frenó cerrar este proceso que comenzó en el año 2015, cuando le diagnostic­aron cáncer de mama.

Pero lo que no se esperaba esta madre es que su hija pequeña se estuviera dando cuenta de todo el proceso. Máxime cuando, pese al calvario vivido, Arantxa nunca ha perdido los ánimos. Basta con hablar unos minutos con ella para confirmar confirmar su alegría y positivida­d.

«Parece que era muy pequeña... que no se acordaría o que no había sentido tanto...», nos dice esta madre tras leer la carta que su hija ha escrito para un acto en su instituto con motivo del Día Internacio­nal del Cáncer de Mama.

«Me preguntó cómo podía expresar todo lo que sentía y le dije que escribiera sin más lo que le pasase por la cabeza», nos dice tras mandarnos

«UN DÍA PASÓ DE SER GRIS A CAMBIARME LA VIDA. MALAS NOTICIAS. NO PODÍA VER LA LUZ QUE DEBÍA DAR A MI MADRE»

mandarnos fotos de lo que escribió su hija.

A continuaci­ón, reproducim­os la carta de su pequeña de 12 años:

«Tristeza, angustia, interrogac­ión, el no saber qué va a pasar, ni por qué va pasar. Todo se juntó y se transformó en un dolor continuo que no se iba».

«Rabia, miedo, sufrimient­o. Era insoportab­le tenerlos en la cabeza todo el día. Pero mi madre, el no poder verla, el pensar que estaba encerrada en una habitación sufriendo y a un paso de la vida pero a otro de la muerte. En un hilo que la sostenía».

«Familia, amigos, apoyo, todos estábamos esperando a que ese hilo la empujara hacia la vida. Entre todos movimos esa cuerda infinita que estaba paralizada sin querer ayudarnos».

«Ruido, murmullo. No salían de mi cabeza. Entré en un bucle que me impedía luchar».

La misiva continúa: «Luz, brillo, destello. Un día de entre muchos, pasó de ser gris a cambiarme la vida. Malas noticias, todo volvía a caerse encima de mí, me impedía ver la luz que debía dar a mi madre. Yo no veía esa luz. Y mi madre la necesitaba. Así que la fabriqué yo misma. Un destello como el de una estrella salió de mí y todo se iluminó».

«Buenas noticias, salimos de ese bucle de días grises al que no le veíamos el fin. Amor, cariño, esa era la cura que necesitába­mos, la rabia de no haberlo sabido antes encoge todo el cuerpo. Pero pensé que lo más importante no es cuándo, sino esperar a que llegue. Y lo hizo».

Y tras ello «la felicidad, las sonrisas, (poder) abrazar, acariciar, reír, gritar. ¡No desperdici­ar ninguna oportunida­d! ¡Y lo más importante es no olvidar que después de todas las tormentas sale el arco iris!», concluye la hija de Arantxa.

 ?? CONNIE G. SANTOS ?? Arantxa Romera con sus hijos
CONNIE G. SANTOS Arantxa Romera con sus hijos
 ?? ?? Parte del escrito que hizo la hija de Arantxa con motivo del Día del Cáncer de Mama
Parte del escrito que hizo la hija de Arantxa con motivo del Día del Cáncer de Mama

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain