LA LUZ ES EL «ZEITGEBER» CLAVE
LosLos «zeitgebers» (palabra alemana que se podría traducir como sincronizador o temporizador) son factores externos que se encargan de regular nuestro reloj biológico: el más conocido es la luz solar. Cuando sale el sol, nuestro organismo comienza a producir más cortisol, lo que nos hace despertar; cuando anochece, la producción de melatonina aumenta y nos entra sueño. El «inicio de la secreción de melatonina en luz tenue» es el momento en el que la concentración de ésta en saliva se eleva. Este valor también se usa como un indicador del ritmo circadiano.
La calidad del sueño depende de la exposición a la luz que se haya tenido durante el día. Las personas que se exponen por primera vez a una intensidad de luz de al menos 10 lux en horas avanzadas del día reportan más alteraciones en el sueño o se despiertan durante la noche que le sigue. La exposición a la luz intensa durante la tarde también puede provocar un sueño más corto y de menor calidad durante la noche que le sigue. Y la presencia de luz artificial por la tarde proveniente de una pantalla puede provocar un cambio en el biorritmo y un sueño de menor calidad. En el caso de las personas con problemas de sueño debido, por ejemplo, a una producción reducida de melatonina, un suplemento puede ser de ayuda. Es recomendable elegir un producto con sustancias que puedan estimular la propia producción de melatonina, como la Griffonia simplicifolia, y sustancias que estimulen el descanso, como la valeriana, la ashwagandha, la passiflora, el GABA y el magnesio, en combinación con vitaminas B.