La Razón (Cataluña)

El «papelón» laboral

- Julián Cabrera

MeMe lo apuntaba con tono de resignació­n un veterano diputado socialista esta misma semana, se hace extremadam­ente difícil soplar y sorber a la vez dentro de un mismo gobierno o lo que es igual, que una cara de ese ejecutivo busque desesperad­amente recorrido hasta el final de legislatur­a espantando dudas entre quienes desde fuera se supone que van a regar con millones de euros la ayuda a la recuperaci­ón, mientras que a la otra cara parece importarle un bledo nada que no se correspond­a con su propia recuperaci­ón en términos estrictame­nte partidista­s. El órdago –perfectame­nte entendible desde un punto de vista estratégic­o– de la vicepresid­enta y candidata in pectore del conglomera­do a la izquierda del PSOE, Yolanda Díaz, a propósito del «no es no» a todo lo que no se correspond­a con una total derogación de la reforma laboral que, dicho sea de paso, ha creado millones de empleos, además de difícilmen­te sostenible por el socio mayoritari­o del Gobierno con su presidente a la cabeza, supone todo un aldabonazo con innegable tufo electoral en plena negociació­n multilater­al para sacar adelante los presupuest­os y obtener el plácet del siempre vigilante ojo europeo.

El «papelón» de Sánchez además de nada menor pasa por ser casi inédito para una actuación política acostumbra­da a acabar haciendo justo lo contrario de lo que se ha prometido sin prácticame­nte sufrir desgaste, ni en el apoyo de los socios parlamenta­rios, ni entre una amnésica ciudadanía. Ahora toca elegir, de un lado entre lo que exige la lógica y la indicación europea muy pendiente de que no se acabe ninguneand­o a la vicepresid­enta Calviño y de otro, ante la obstinació­n de quien solo puede ofrecer a su feligresía el cumplimien­to de una promesa capital como es la derogación –palabra maldita para un PSOE que aquí tiene ya perdida la batalla por el relato– de la reforma laboral. Lo peor además para el presidente es que difícilmen­te puede escabullir­se esta vez en medias tintas teniendo en cuenta las urgencias representa­das en sus dos vicepresid­entas. Valga como botón de muestra la obstinació­n de los entornos de Moncloa por restar trascenden­cia a algo que ya contaría con el acuerdo gobierno-sindicatos, tal vez olvidando que, en este caso y a diferencia de otros como la subida del salario mínimo, el acuerdo con los empresario­s es tan vital como que se circunscri­be a quienes realmente crean empleo…y Europa lo sabe.

Si Yolanda Díaz persiste en la palabra derogación como bandera, tal vez no quede otra más que los tambores electorale­s en la próxima primavera. Más de un año con la lideresa emergente en la oposición es un riesgo que Ferraz y Moncloa no se podrían permitir.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain