El líder que lucha contra la esclavitud en África
► La minoría árabe somete a la mayoría negra de Mauritania, denuncia Biram
DicenDicen de él que es el nuevo Mandela. A sus espaldas, cuatro pasos por prisión y buenas dosis de coraje que lo ha llevado a continuar con su lucha contra la esclavitud en el siglo XXI. Biram Dah Abeid es uno de los grandes héroes y luchadores de los derechos humanos de nuestra época. Su incansable combate por la abolición definitiva de la esclavitud en Mauritania y en el mundo le ha valido numerosos premios y galardones, entre los cuales destacan el Premio Internacional de los Derechos Humanos de Naciones Unidas en 2013. LA RAZÓN conversó con B ir amen París momentos antes de presentar su nuevo libro, «Biram et le pacte del arena is san ce », escrito por la periodista ecuatoriana Tania Tinoco.
Dice sentirse honrado cuando le comparan a Mandela, pero cree que su trayectoria «honra sobre todo a mi padre, porque él hizo todo para configurar mi destino desde el colegio, a predestinarme a una misión titánica casi imposible contra la esclavitud».
Mauritania fue el último país de África en abolir la esclavitud (1981). Sin embargo, el trabajo forzado persiste en la nación africana como una práctica de facto. «En la época de mi padre la esclavitud era algo muy banal, normalizado completamente, incluso algo justo o sagrado desde el punto de vista del clero musulmán local, algo tan extendido que ha sido como la batalla de David contra Goliath». La sistemática denuncia de Biram sobre las condiciones de esclavitud y apartheid a la que es sometida la mayoría negra por parte de la minoría árabe le valió la persecución del régimen del ex general golpista Mohamed Ould Abdel Aziz.
Biram alaba los cambios realizados en esta materia gracias a «que hay militantes que pelean contra la esclavitud y que han sufrido torturas y privaciones de libertad». Sin embargo, matiza, «la ideología de la esclavitud está todavía muy anclada en la sociedad mauritana. Hay un 20% de la población que siguen siendo esclavos, que trabajan sin descanso y sin derechos, casi en sistema de propiedad y sin papeles que acrediten ningún estado civil y les otorgue derechos».
Preguntado por el terrorismo en el Sahel, se muestra muy crítico con países que dicen combatir lo .« Son estados dictatoriales,dirigidos por élites corruptas y que no escuchan al pueblo». También es igualmente crítico con« los estados llamados a moralizar y financiar esta lucha, los Estados occidentales» que« han mantenido una relación colonial, que cuando han querido han apoyado a los dictadores que les convenían y que han menos preciado a los africanos ». Y añade que actualmente «existen auténticas fábricas de producción de terroristas en varios países del Sahel. Por ejemplo, la forma de enseñanza islámica se ha transformado después de que los países wahabíes del Golfo trajesen su dinero».
«Existen auténticas fábricas de producción de terroristas en el Sahel»