«Quiero que Sánchez presida la reforma laboral»
MeMe temo, señora vicepresidenta, que lo que usted pretende es que PedroSánchezse retrate ante sus votantes cuando decaiga el proyecto de derogación de la vilipendiada ley laboral de Rajoy, que, creo recordar, provocó el rasgamiento de vestiduras y la juramentación de los socialistas de cepillarse la reforma en cuanto tuvieran la primera oportunidad. El hecho de que la ley siga como si tal cosa ya es un indicio de que las cuestiones que tocan con Bruselas presentan aristas difíciles de sortear. Pero, también, es indicio de que la cuestión se está poniendo marinera con su invitación maleva a que se moje el presidente del Gobierno, al que pretenden ustedes dejar completamente desgastadito de cara a las próximas elecciones. En realidad, no hace falta que se esfuercen. A poco que se acierten los pronósticos de las encuestas, incluso, las de Tezanos, Sánchez va a necesitar un milagro laico para reparar su maltrecha imagen. Y no le digo si se cumplen los malos pronósticos sobre sobre la evolución de la economía y hay que proceder a los consabidos ajustes presupuestarios, que vienen a ser los «recortes» de cuando gobierna el PP y la izquierda se pone estupenda. En cualquier caso, usted está llamada a serla nueva Marianne de la resurrección de la izquierda española, tarea de por sí compleja, pero que se antoja imposible si el líder socialista sale de esta. Pero pongamos que no, que su plataforma arrebata unos cientos de miles de votos al PSOE y se encuentra usted en La Moncloa. Pues créame, tampoco verían los españolitos la derogación de la reforma laboral.